En el aire se encuentran contaminantes derivados de todo tipo. La quema de carbón, los gases de los vehículos, el polvo del aire y la suciedad difunden partículas que pueden incrementar el desarrollo de hipertensión arteral, según ha concluído un estudio de la sociedad de la Sociedad Americana de Corazón 'Hypertension'.

"Las personas deben limitar su exposición en los días con altos niveles de contaminación en el aire, especialmente aquellas con presión arterial alta, porque incluso la exposición muy a corto plazo puede agravar sus problemas", advierte Liu Tao, director y epidemólogo de la División de Salud Ambiental del Instituto Provincial de Salud Pública, en China.

La investigación está basada en un exhaustivo meta-análisis de 17 estudios ya publicados. Se evaluaron los riesgos de sufrir hipertensión en relación con la exposición atmosférica y se combinaron con los resultados de los anteriores estudios para poder estimar el efecto global de una determinada variable en el resultado.

El estudio concluyó que la contaminación en el aire podría ser un factor de riesgo para la hipertensión, pero "los resultados son controvertidos", ha apuntado Tao.