Al igual que las aves que vuelan en bandadas para conservar la energía, los delfines que nadan en grupo para aparearse y encontrar comida o las colonias de hormigas que crean nidos complejos para proteger a sus reinas, las células inmunes se involucran en un comportamiento coordinado para acabar con los virus como el de la gripe.

Los resultados de esta nueva investigación revelan cómo las células inmunes trabajan juntas para llegar a su destino final: el sitio de una lesión o infección. 

El cuerpo es extenso y un virus o una bacteria pueden amarrarse en los pulmones, la garganta, la piel, el estómago o el oído, entre otros muchos, por lo que surge la pregunta de cómo las células inmunes, específicamente las que son responsables de matar a los invasores extranjeros, saben a dónde tienen que ir.

Este equipo de científicos ha descubierto que las células llamadas neutrófilos, los "primeros respondedores" del sistema inmunológico, son la clave, al llegar al lugar de la lesión una hora después de la infección y dejar un "rastro" químico detrás de ellas. 

Así, las células inmunes llamadas células T asesinas utilizan esta ruta para encontrar el lugar de la lesión y, posteriormente, destruir al invasor.

El equipo de Kim utilizó una extremadamente potente tecnología llamada microscopía multifotónica para ver cómo diversos tipos de células del sistema inmune viajaron a la tráquea de ratones infectados con la gripe.

La gripe suele comenzar en las vías respiratorias y ver las células inmunes moverse a tejidos enteros en tiempo real , en lugar de ver las células inmunes en un plato de laboratorio, ofrece una imagen mucho más precisa de cómo funciona el sistema inmunológico.