En España, alrededor del 37% de la población tiene sobrepeso y el 17% obesidad, pero estos datos son solo estimaciones del Gobierno; si fuera una enfermedad tendríamos datos reales.

Además, muchos de los fármacos que están aprobados para combatir la obesidad, no están financiados por la Sanidad Pública y hay pacientes que no pueden costearlos.

También, si España reconociese la obesidad como una enfermedad, se reducirían las listas de espera de las operaciones, puesto que al considerarse patología, tienen prioridad las cirugías por enfermedad.