En concreto, uno de los trabajos ha comparado la rentabilidad de tener desfibriladores externos automáticos públicos, con no tenerlos, ante un caso de paro cardíaco fuera del hospital, y ha comprobado que los costes de su instalación son rentable y aumenta la calidad de vida de los pacientes.

En el otro estudio, realizado en Japón, los científicos observaron que el uso de estos aparatos en lugares públicos aumentaba la probabilidad de que la persona que había sufrido un paro cardiaco sobreviviera al mes, y sigue siendo rentable en lugares en los que un paro cardíaco es relativamente raro.

La Asociación Americana del Corazón ya apoya la colocación de los desfibriladores automáticos en estadios deportivos, oficinas, consultorios médicos y centros comerciales. Aunque aconseja que haya un personal médico encargado de garantizar el control de la calidad del mismo y que las personas que vayan a utilizarlo estén formadas en técnicas de reanimación cardiopulmonar.

En España, desde 2009 hay una regulación a nivel nacional que recomienda la instalación de desfibriladores en lugares con cierta afluencia de personas. Sin embargo, se deja la competencia en manos de la Administración Autonómica.

laSexta, con su campaña de Responsabilidad Corporativa Constantes y Vitales, impulsada junto a la Fundación AXA, reclama a las comunidades autónomas que den un paso en firme para la instalación de desfibriladores en lugares públicos

Así, en 2017 Constantes y Vitales firmó un convenio de colaboración con la Sociedad Española de Cardiología y Cruz Roja para conseguir convertir en cardioprotegidas las comunidades que aún no lo son.