Guillermina López Bendito es Investigadora Científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en el Instituto de Neurociencias de Alicante, centro mixto del CSIC y la Universidad Miguel Hernández. Es experta en el estudio de la formación de las conexiones axonales del cerebro. Su trabajo se centra en lograr la reprogramación celular para compensar daños en los circuitos neuronales que afectan a los sentidos, como por ejemplo en personas ciegas o sordas.

López Bendito es doctora en Neurociencia por la Universidad de Alicante, con formación en la Universidad de Oxford, donde profundizó en el conocimiento de las conexiones neuronales y del tálamo. El tálamo funciona como un controlador de la información que llega al cerebro procedente de los sentidos, a excepción del olfato. Su misión consiste en seleccionar los datos relevantes para enviarlos a la corteza cerebral, donde serán procesados. Sin esta labor de filtrado, la corteza cerebral se colapsaría por el exceso de información.

El tálamo es esencial cuando alguno de los sentidos no se desarrolla adecuadamente o se pierde totalmente antes del nacimiento. Es entonces cuando colabora en las adaptaciones necesarias para compensar la falta de información que no llega de uno de los sentidos dañados o alterados. Esta capacidad de adaptación del cerebro se denomina plasticidad y puede compensar defectos que afectan a un sentido potenciando los otros.

López Bendito dirige un equipo de investigación en el Instituto de Neurociencias de Alicante que desarrolla diversos proyectos de investigación vinculados con los mecanismos celulares y moleculares implicados en el desarrollo de las conexiones axonales en el cerebro. En concreto, el objetivo de su laboratorio es descubrir los principios subyacentes que regulan las conexiones axonales talamocorticales con la finalidad de poder reprogramar o reorganizar dichas conexiones mediante un programa integral experimental.

López Bendito ha sido distinguida con el premio Mejor publicación biomédica del año en la V edición de los Premios Constantes y Vitales, concedido por Compromiso Atresmedia y la Fundación AXA, por su descubrimiento de que el sentido del tacto en el embrión es funcional cuando el desarrollo anatómico es todavía incompleto.