La anestesia es uno de los descubrimientos más importantes de la historia de la medicina puesto que durante las cirugías, previas al descubrimiento, morían muchas personas del trauma o se quedaban con serias secuelas de por vida.

Todo cambió en 1945, cuando el odontólogo Horace Wells trató de demostrar que gracias el óxido nitroso se podía extraer un diente sin dolor.

Un año más tarde, en 1846, William T. G. Morton usó con éxito éter etílico en una extracción dental pero, fue dos semanas después cuando esta sustancia sería reconocida mundialmente al John Collins Warren utilizarla durante una extracción de un tumor en el cuello.

El éter etílico es un líquido incoloro que se usa en la fabricación de otras sustancias, pero que ya no se incluye en las anestesias por ser altamente inflamable y porque resulta irritante para muchos pacientes.