Aunque pueda ser un poco laborioso, quitar el esmalte permanente de uñas en casa es posible y necesitas pocas cosas. Las lacas permanentes son una especie de reencarnación más fina de la pasta acrílica, son tan flexibles como el esmalte de uñas normal, pero al igual que los acrílicos, una vez que se fijan con luz ultravioleta, forman un vínculo duradero con la uña que no se astilla.

La gran ventaja de este esmalte es que puede llevarse durante semanas sin que se produzca el más mínimo desprendimiento y alargar la vida de la manicura resulta tentador. Sin embargo, los expertos sugieren retirar la manicura después de dos o tres semanas como máximo para evitar dañar el lecho ungueal y las cutículas.

Muchos centros de bellezas cobran por retirar el esmalte permanente si no es para hacerte otra manicura. Sea por la razón que sea, si quieres quitarte ahora el esmalte en casa, puedes hacerlo. A continuación, encontrarás dos métodos caseros que funcionan.

Trucos para quitar el esmalte permanente

Método del papel aluminio o el film transparente:

1.Protege la zona. Cubre la cutícula y la piel alrededor de la uña con vaselina o alguna crema especial para uñas de manera que no quede expuesta para el paso siguiente en el que aplicarás la acetona pura.

2.Aplica la acetona sobre la uña. Moja algodón en la acetona pura y colócalo sobre la uña con la precaución de que no toque la piel para no dañarla. Lo más frecuente es recomendar envolver el dedo con el algodón en papel de aluminio, y es una opción, pero también puedes hacerlo con papel film. Cuando se envuelve alrededor de las uñas, el plástico crea un sello más hermético que el papel de aluminio, por lo que es menos probable que la acetona gotee. Deja que la acetona trabaje. Para quitar el esmalte permanente necesitará 10 minutos.

3.Retira. Cuando retires el envoltorio, la mayor parte o todo el esmalte de gel debería haber desaparecido. Quita los restos de esmalte de gel con una toallita que hayas pasado por agua caliente. Utiliza el paño húmedo para frotar suavemente los restos de esmalte. Procura frotar solo la uña y evitar el roce con la piel circundante.

4.Lávate las manos o los pies con un jabón suave y agua para eliminar la acetona. Si tienes un jabón sin perfume, utilízalo. Cualquier jabón suave te ayudará a no irritar tu piel.

5.Frota suavemente con vaselina las cutículas y la piel alrededor de las uñas todos los días durante siete días. Esto ayudará a reducir cualquier irritación causada por la acetona.

Método del doble cuenco

1.Primero, pule las uñas con cuidado con la lima de uñas para eliminar el acabado brillante del esmalte.

2.A continuación, llena un recipiente grande con agua caliente y coloca el otro más pequeño dentro. Vierte el quitaesmalte de acetona en el pequeño y sumerge los dedos durante 10 minutos.

3.A continuación, utiliza un palito de naranjo para empujar los restos de esmalte.

4.Verás cómo el esmalte sale sin esfuerzo gracias a este método que además es muy barato.

Máximo cuidado con las uñas

Gran parte de los daños que sufren las uñas maquilladas tiene que ver con el proceso de retirada del esmalte, sobre todo de manicuras de gel y acrílico.

Hay salones en los que no se toman el tiempo necesario para retirar el esmalte de forma que no se dañe la placa de la uña. Puede haber daños mecánicos, que se producen por una eliminación brusca (como un raspado enérgico). Y puede haber daños químicos, como los que vienen de sumergir las uñas en acetona durante demasiado tiempo, lo que hace que se sequen y se vuelvan más frágiles, por ejemplo.

El último consejo es que, una media hora después de quitar el esmalte, independientemente del método que hayas escogido, te laves las manos y te apliques una buena cantidad de crema de manos para recuperar la hidratación. Recuerda que es muy importante cuidar la salud de la uña.