Muchos animales bostezan y a pesar de los avances de la ciencia, seguimos sin saber muy bien por qué se originan los bostezos. Tal vez bostezar nos hace estar más alerta, reduce la ansiedad o enfría nuestro cerebro sobrecalentado.

Estas suelen ser las explicaciones más frecuentes a la pregunta de por qué bostezamos. El misterio es aún más grande cuando intentamos averiguar por qué los bostezos son contagiosos. Vamos paso a paso.

Qué es bostezar

¿Sabías que no solo bostezan los mamíferos? El bostezo es un reflejo evolutivamente antiguo que compartimos con muchos animales, además de los mamíferos, como las aves, reptiles y peces. Ya en el útero materno, los humanos bostezan en torno a las 11 semanas de gestación. Sin embargo, el impulso de bostezar cuando vemos a otras personas haciéndolo no surge hasta los cuatro o cinco años. Hay dos tipos de bostezos: los espontáneos y los contagiosos.

Por qué bostezamos

La creencia mayoritaria es que bostezar es un signo de cansancio o aburrimiento. Cuando se piensa sobre por qué bostezamos la gente cree que es una forma de hacer llegar más oxígeno a la sangre para aumentar el estado de alerta. Sin embargo, un análisis más detallado del que da cuenta la revista NewScientist.com señala que la mayoría de los bostezos espontáneos se producen cuando:

1. Nos preparamos para una actividad, como un entrenamiento, una actuación o un examen, o simplemente cuando nos despertamos. Esto ha llevado a pensar que el bostezo nos ayuda a prepararnos aumentando el flujo sanguíneo al cerebro. No está claro cómo funciona exactamente, pero encaja con la observación de que algunos peces bostezan en previsión de una pelea.

2. Otra posibilidad es que el bostezo enfríe el cerebro. Esta idea surgió después de observar que las personas bostezaban mucho menos cuando se les enfriaba la cabeza con compresas frías. La regulación de la temperatura es crucial para el rendimiento fisiológico. Está controlada por una región del cerebro llamada hipotálamo, e implica la producción de adrenalina y cortisol, hormonas que aumentan el estado de alerta y nos ayudan a lidiar con el estrés. Esto también podría explicar por qué las personas suelen bostezar cuando se sienten ansiosas, al igual que los monos.

Por qué se contagia el bostezo

Explicar por qué el bostezo es contagioso es aún más complicado. Aparte de los humanos, las únicas especies conocidas que se contagian los bostezos entre sí son los chimpancés, los perros (que pueden contagiarse de los bostezos humanos), la rata Sprague-Dawley, que bosteza mucho, los periquitos y los leones, que parecen utilizar los bostezos para enviar señales al resto de la manada.

Una hipótesis para explicar este fenómeno se centra en una eminente componente de expresión emocional entre los miembros de una misma especie. Iván Norscia y Elisabetta Papalagi, del Instituto de ciencias cognitivas y tecnologías de Roma, explican y documentan que el contagio es un mecanismo natural para compartir las emociones. Como reír o llorar.

El estudio recoge durante un año los datos de más de un centenar personas de distintas nacionalidades y varios parentescos (o sin él) bostezando y relacionándose entre sí en sus entornos naturales. La toma de datos se efectuaba en situaciones propensas a la conducta gestual, como viajes en tren y metro o durante las comidas.

Los números recogidos mostraron algo asombroso: la tasa de contagio era mucho mayor entre individuos con un mayor lazo familiar, luego la tasa descendía entre amigos y, por último, la más baja, entre individuos que no se conocían de nada. Lo que demuestra que el vínculo social, asociado con la empatía, afecta al contagio del bostezo.