La placa vitrocerámica es uno de los elementos protagonistas de las cocinas de hoy en día. La limpieza de las placas vitrocerámicas y de inducción es sencilla, pero hay unas cuantas cosas que tienes que saber para no arruinar su aspecto a la primera de cambio.

El reto de la vitrocerámica es cuidar su brillo y evitar las rayaduras. Quitar las posibles manchas, que en principio no serán tan complicadas como las que se producen en las cocinas tradicionales de gas, con cuidado es posible. Sigue leyendo.

La vitrocerámica es una placa de cerámica vitrificada totalmente lisa con una alta resistencia al calor y gran capacidad de trasmitirlo de forma rápida. Debajo tiene entre dos y cuatro resistencias circulares a modo de fogones que se accionan con unos mandos táctiles.

La placa se calienta y si hay restos de comida que se queman, se producen manchas. Los restos se quedan pegados. Pero cuidado porque la vitrocerámica se araña fácilmente por eso es muy importante saber cómo limpiarla bien.

Cómo limpiar la vitrocerámica

1. Deja enfriar la superficie.

2. Limpia los restos grandes y el aceite. Puedes utilizar papel para el aceite y los trozos de comida que puedan haberse vertido sobre la vitrocerámica. Luego usa una bayeta o la parte de la esponja de un estropajo y limpia la superficie con un poco de jabón neutro. Si la placa no está muy sucia puede que no necesites mucho más esfuerzo, pero si hay comida pegada, tendrás que ir un paso más allá.

3. Rasca con la rasqueta o espátula especial para la vitrocerámica. De esa manera podrás despejar la comida pegada. No hagas excesiva fuerza y recuerda inclinarla a unos 30 grados. Recuerda que tras usar la espátula debes limpiar la vitrocerámica de los restos que han quedado con un paño húmedo con el que lograrás dejarla brillante de nuevo.

Trucos para tener la vitro como nueva

1. No la manches. O al menos haz todo lo que puedas por mancharla poco. Cuanto tengas que freír, te recomendamos que utilices recipientes altos. Controla la temperatura de las cocciones para que no haya desbordamientos.

2. No la arañes. Para limpiarla nunca emplees estropajos por la parte que puede arañar la superficie de la placa. Ten también mucho cuidado al mover las sartenes sobre la placa para evitar que se raye.

3. Cómo quitar comida pegada. La manera más sencilla y segura de quitar los restos de comida quemada y adherida a la placa vitrocerámica es la siguiente: frota la zona quemada con una pasta hecha con dos cucharadas de bicarbonato y 100 ml de agua. Después echa unas gotas de vinagre y deja actuar unos cinco minutos. Limpia con una bayeta o paño húmedo para eliminar los residuos. Al final pasa un paño seco con el que dejar la vitro reluciente.

4. Para ‘curar’ rayaduras. Se puede corregir el paso del tiempo en una placa raspada utilizando el truco de la pasta de dientes. Pon la pasta en un paño y aplícala en círculos sobre la parte de la vitrocerámica rayada. Intenta que no queden restos que puedan quemarse cuando enciendas la placa.