Mientras las fuerzas rusas atacan la capital ucraniana y miles de personas huyen, hay un pequeño detalle que sigue confundiendo a muchas personas. ¿Kiev o Kyiv?, ¿por qué a veces llaman a la capital de Ucrania de una manera y otras veces de otra?
Es una duda que puede parecer intrascendente, pero en estos momentos casi todo es importante, las palabras también. Quizás lo menos que pueden hacer las personas que están lejos del conflicto armado es aprender a pronunciar de manera correcta el nombre de la ciudad sitiada.
¿Kiev o Kyiv? ¿Por qué le importa tanto a los ucranianos?
La cuestión es que los ucranianos llaman a su capital Kyiv (kiyif), una transliteración del ucraniano Київ; mientras que la versión rusa es Kiev (ki-yev). "Queremos a pedir a los españoles que utilicen el verdadero nombre de nuestra capital. Kiev es la pronunciación rusa. Es parte de la colonización rusa. Nuestra pronunciación Kyiv (kiyif), es el nombre oficial y muchos países lo usan desde que se inició el conflicto. Pero España aún no", decía Olena Kosenko, presidenta de la Asociación de Ucranianos en Asturias, que es licenciada en Filología Rusa e Historia, en declaraciones a la reportera de LaSexta Marta Espartero.
Ya en 2018, tras la anexión rusa de Crimea, el Departamento de Diplomacia Pública del Ministerio de Asuntos Exteriores lanzó la campaña online #KyivNotKiev, para persuadir a los medios de comunicación y organizaciones de habla inglesa para que utilizaran exclusivamente Kyiv (derivado del nombre en lengua ucraniana Київ) en lugar de Kiev (derivado del nombre en lengua rusa Киев).
La transliteración Kyiv fue legalmente ordenada por el gobierno ucraniano en 1995 y reconocida por la Décima Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Normalización de los Nombres Geográficos en 2012, pero no ha tenido mucha repercusión. Antes de 2019, hubo pocos casos de organizaciones que cambiaran a la ortografía "Kyiv", porque muchas personas fuera de Ucrania no veían la necesidad o pensaban que la cuestión de nacionalismo. El ataque ruso ha hecho que muchos medios de comunicación occidentales hayan optado por cambiar su grafía.
Por cierto, que el nombre propio nombre es una palabra compuesta que significa literalmente "Castillo de Kyi", llamado así por el fundador de la ciudad.
Para apreciar la importancia del debate Kiev vs. Kyiv, hay que dar un paso atrás y verlo en términos de la arraigada crisis de identidad nacional causada por siglos de rusificación zarista y soviética, según explica Peter Dickinson en una publicación de Atlantic Council.
Durante cientos de años, los sucesivos dirigentes rusos trataron de absorber a Ucrania en el corazón nacional de su país, aprovechando la cercanía cultural entre ambas naciones.Ningún documento individual capta la negación rusa de la identidad ucraniana de forma tan sucinta como la "Circular Valuev" de 1863. Un decreto zarista que prohíbe las publicaciones en lengua ucraniana afirma con toda naturalidad: "Nunca ha existido, no existe y no puede existir una lengua ucraniana separada". Según Dickinson, esta implacable rusificación consiguió despojar a Ucrania de una identidad independiente, tanto dentro como fuera del país.
Putin sigue proclamando que rusos y ucranianos son "un solo pueblo" (es decir, rusos), mientras que sus apoderados en la Ucrania oriental ocupada denuncian a los ucranianos como traidores y piden que todo el país se convierta en un protectorado ruso.
Con este telón de fondo, el deseo de Ucrania de que el mundo exterior utilice las transliteraciones en ucraniano parece cualquier cosa menos trivial.