Hay pocos platos en la cocina mediterránea que no lleven cebolla. Es uno de los grandes protagonistas por méritos propios, ya sea como base en un sofrito o cruda en ensaladas y aliños.
La gran versatilidad de las cebollas las convierte en una gran opción para cultivar en el jardín o en tu huerto casero. Las cebollas cultivadas en casa son fáciles de cuidar, se conservan muy bien y tienen un dulzor increíble que no se suele encontrar en las cebollas compradas. En este artículo te contamos cuál es la mejor época para plantar cebollas y cómo hacerlo con éxito.
Cuándo plantar cebollas
Aunque hay varios tipos de cebollas, en términos generales son una planta resistente que puede crecer casi en cualquier época del año.
La mayoría de la gente planta las cebollas a principios de primavera para cosecharlas a principios del verano. Normalmente se planta a finales de marzo o abril, cuando ya no sea probable que las temperaturas desciendan por debajo de los -2º centígrados.
También hay quien planta semillas a finales del verano o principios del otoño para cosechar durante la primavera.
Cómo plantar cebollas
Las plantas de cebolla necesitan de una alimentación constante para producir bulbos grandes. Un buen truco para obtener unas cebollas bien hermosas es añadir abono nitrogenado en el momento de la plantación. De hecho, muchos jardineros añaden un centímetro de abono en la parte inferior de cada fila antes de plantar.
Entierra los conjuntos de cebollas a una distancia de 5 a 10 cm, presionándolos suavemente en la tierra suelta a no más de 2,5 cm de profundidad. (Utiliza el espaciado más estrecho si quieres arrancar cebollas inmaduras como cebolletas).
Coloca los bulbos con la punta hacia arriba. Es importante no plantar las cebollas a demasiada profundidad, ya que esto puede afectar al desarrollo del bulbo.
Un buen truco es colocar un mantillo de paja entre las filas para ayudar a retener la humedad y ahogar las malas hierbas.
Ten en cuenta que la planta de cebolla necesita de mucho sol. Es de clima templado y le encanta el calor para desarrollar bien el bulbo y el resto de partes de la cebolla.
Por otro lado, no necesita un aporte de agua muy importante, incluso necesita menos agua cuando ya se ha formado el bulbo. En esta fase hay que estar muy pendiente y evitar a toda costa que la planta tenga exceso de humedad porque en estas circunstancias las cebollas tienden a pudrirse.