La festividad de la Virgen del Carmen es una celebración relevante para los marineros y pescadores, pues es su patrona, según recoge la tradición católica. Pero no desde siempre. La realidad es que en un primer momento el patrón de los navegantes y marineros era San Telmo. Sin embargo, un almirante mallorquín contribuyó al patronazgo de la Virgen atendiendo a una leyenda. Los protagonista de esta historia es un merinero inglés, quien en medio de una tormenta rezó a la Virgen del Carmen.

Y no solo eso. Se arrancó el escapulario de la orden Carmelita y lo tiró al mar. Inmediatamente la tormenta cesó. La experiencia de este marinero se difundió y llegó hasta el marinero Antoni Barceló Pont de la Terra. Él fue quien promovió entre sus marineros la festividad en honor a esta virgen. La llamaban ‘Stella Maris’. El boca a boca hizo que esta celebración llegase a más y más trabajadores del mar. Hoy en día es una de las celebraciones más esperadas en las zonas costeras.

Los pescadores locales organizan cada 16 de julio una procesión con la que llevan a la Virgen hasta el puerto. Allí la embargan para rendirle culto a través de un paseo. Normalmente se navega hasta un punto destacado o significativo de la costa y al llegar a tierra se celebra una misa presidida por la Virgen. Con estos dos actos piden a la Virgen del Carmen protección en el mar.

Por qué el 16 de julio es el Día de la Virgen del Carmen

La elección de esta fecha está relacionada con el que fue el superior de los Carmelitas, San Simón Stock. Según cuenta la tradición católica, la Virgen del Carmen se le apareció - con el hábito de la Orden en la mano - cuando se encontraba en "profunda oración rogando por sus religiosos perseguidos". Esto ocurrió el 16 de julio de 1251, día en el que también le entregó el escapulario.