Lavar a mano puede sonar a antiguo, pero a veces merece la pena. En ocasiones no queda más remedio, claro está, pero lo cierto es que un buen lavado a mano es igual de efectivo que el de la lavadora… pero a pequeña escala.

Lo más importante para no tener problemas es saber qué tipo de tejido tenemos entre manos y tratarlo con mimo, tanto desde el punto de vista del producto que usemos, como de la temperatura, la manipulación y el secado.

Todos estos factores son clave para el buen lavado de la prenda, para que quede limpia, pero también afectan a su durabilidad.

Paso a paso para lavar la ropa a mano

1.Selecciona el jabón o detergente. Esto dependerá de la prenda. Si vamos a lavar ropa delicada, deberemos elegir el detergente adecuado para este fin.

2.Llena de agua el recipiente donde vayas a lavar. De nuevo, la temperatura va a depender de la prenda. Es fundamental que leas la etiqueta del fabricante. En caso de duda o de lavar varias prendas al mismo tiempo, la temperatura que debe primar es siempre la más baja.

3.Añade un poco de detergente por cada prenda de ropa. Ahora es cuando tienes que empezar a mover la ropa. Si está muy sucia la puedes dejar en remojo unos minutos. Ten mucho cuidado de no frotar ni restregar fuerte la ropa porque se podría estropear.

4.Para aclararla te aconsejamos que primero vacíes por completo el recipiente donde estás lavando y luego lo llenes y vacíes algunas veces más hasta que el agua finalmente salga limpia.

Esas son las instrucciones básicas o generales que se pueden aplicar a todo tipo de lavado a mano, pero en función de otros criterios deberemos tener en cuenta estos factores que veremos a continuación.

Consejos generales para lavar a mano la ropa

Nos guste o no, hay determinados tejidos que es preferible lavar a mano si no queremos estropearlos, que pierdan su textura, suavidad o que salgan pelusas y pelotillas. Se trata principalmente de las prendas de seda, satén, lana, los encajes y la angora.

Sigue al pie de la letra las instrucciones de lavado, opta siempre por el agua más fría de las opciones que tengas y trata las prendas con la máxima delicadeza posible.

Para lavar la ropa a mano, aquí tienes un sencillo paso a paso:

1.Elige bien el detergente, que se adapte a las necesidades de nuestra prenda. Si vamos a lavar ropa delicada, deberemos elegir el detergente acorde.

2.Llena un recipiente de agua con la temperatura adecuada. Algunas prendas son de lavado en frío, y otras con agua tibia. Si vas a mezclar, utiliza siempre la temperatura más fría.

3.Añade el detergente. Para medir la cantidad, ten en cuenta que solo hay que poner más o menos una cuchara pequeña por cada prenda de ropa. No te pases o habrá demasiada espuma.

4.Si hay prendas con manchas secas, ponlas en remojo durante una hora y luego mete el resto de la ropa.

5.Mueve cada prenda, de forma que se impregne bien y procurando no frotarla mucho, aunque si puedes restregar ligeramente aquellas zonas que presenten más suciedad, para ayudar a eliminarla.

6.Vacía el recipiente y vuelve a llenarlo con agua sin detergente. Introduce de nuevo las prendas y remuévelas para ayudar a que se aclare y desprenda todo el jabón. Si no lo eliminamos bien, puede dejar cercos.

Por cierto, si necesitamos lavar alguna prenda y no tenemos detergente, a modo de emergencia podemos usar champú. Al parecer es apto para la mayor parte de telas, salvo que sean especialmente delicadas.

Cómo lavar la ropa blanca a mano y huela bien

Por experiencia es probable que sepáis que la ropa blanca suele acabar por amarillear. Según los expertos, lavarla a mano reduce el riesgo de que esto suceda dado que no se mezcla con otras prendas y no se expone a jabones inadecuados ni en exceso.

Algunas precauciones para tener tu ropa más blanca son:

-No lavar junta la ropa de color y la blanca

-Usar un detergente específico para lavar a mano

-Evitar el uso de lejía siempre que sea posible

-Aprovechar el poder blanqueante -y gratis- del sol después de los lavados

-Asegurarse de que las prendas admiten el uso de detergentes con blanqueantes

-Tratar las posibles manchas lo antes que sea posible

Ahora, para que la colada huela especialmente bien, podéis recurrir a alguno de estos trucos:

1.Fragancias: usa un pulverizador con agua para rociar la ropa recién lavada con aceites esenciales.

2.Ambientadores en los armarios: ya sea en los cajones como colgados, existen fragancias increíbles que le darán a tu ropa blanca un olor personal.

3.Suavizante en la plancha: rocía la ropa con tus aceites esenciales favoritos. Llena con agua un pulverizador y agrégale unas gotas de aceite esencial.

Cómo lavar a mano la ropa de color

Para lavar a mano la ropa de color, podemos aplicar el paso a paso que mencionamos antes. La única precaución extra es que separes estas prendas de la ropa blanca. Y, mucho mejor aún si la clasificamos por colores para evitar que otras prendas destiñan o pierdan luminosidad.

Asimismo, podemos utilizar detergentes específicos para lavar a mano para que los colores queden brillantes y las forma y fibras se mantengan por más tiempo.

Por otro lado, es muy recomendable lavar y tender las prendas de color del revés. Es una medida que sirve para cuidar y prevenir la aparición de pelusas y bolitas, muy típicas de según qué tejidos.

Cómo lavar a mano la ropa de bebé

Pero si hay una ropa con la que debemos tomar precauciones es con la de los bebés. La piel de los más pequeños es delicada y hay que protegerla de agentes externos que puedan dañarla o alterarla.

Asegúrate de utilizar un jabón hipoalergénico, neutro o probado dermatológicamente, para garantizar la salud del recién nacido. No te excedas con la cantidad porque los residuos de jabón favorecen el crecimiento de bacterias.

El secado al aire o en la secadora deben hacerse inmediatamente después de terminar el lavado, para evitar que olor a humedad. Y, por supuesto, hay que asegurarse de que la ropa está perfectamente seca antes de proceder a doblarla y guardarla. Recuerda, si es un día soleado, es preferible -y gratis- secar al aire libre.