El vermutes una bebida versátil que ha conquistado los paladares de muchas personas alrededor del mundo, no en vano tiene muchos matices y variedades. Desde el rojo clásico hasta el rosado, cada tipo de vermut ofrece algo único. En este artículo, vamos a explorar los diferentes tipos de vermut y cómo se elabora.

El nombre de vermut viene derivado del alemán "wermut", palabra que significa ajenjo. Este es el principal ingrediente en la elaboración de bebidas como el vermut y la absenta. Aunque en algunos documentos y escritos de los siglos XVII y XVIII ya encontramos elaboraciones y recetas que conectan con el vermut, pero no es hasta finales del siglo XVIII cuando esta bebida coge la fama comercial definitiva.

El vermut, con su mezcla única de vino, hierbas y especias, tiene una historia fascinante. Desde sus humildes orígenes en la antigua Grecia hasta su lugar en la cultura del aperitivo moderno, el vermut ha recorrido un largo camino.

En la antigua Grecia era común macerar hierbas en vino para crear una bebida que se creía tenía propiedades curativas. Se dice que el reconocido médico griego Hipócrates fue uno de los pioneros en esta práctica, macerando flores de ajenjo y hojas de díctamo en vino, prefigurando así la receta del vermut.

A lo largo de los siglos, el vermut se fue transformando y adaptando, convirtiéndose en una bebida muy apreciada en diferentes partes de Europa, con una presencia destacada en Italia, España y Francia.

El vermut como lo conocemos hoy en día, comenzó a tomar forma en el siglo XVIII en Italia. Durante este período, se empezaron a añadir botánicos y hierbas al vino para mejorar su sabor y realzar sus propiedades digestivas. Antonio Benedetto Carpano, en 1786, en la ciudad de Turín, es reconocido por haber creado el primer vermut comercial, conocido como Carpano Vermouth. Desde entonces, la popularidad del vermut se disparó, extendiéndose rápidamente por toda Europa y convirtiéndose en una bebida tradicional en muchos países.

Cómo se hace el vermut

La elaboración del vermut es un proceso complejo que combina arte y ciencia. Cada paso, desde la selección del vino base hasta la maceración, la mezcla, la maduración y finalmente el embotellado, contribuye a crear una bebida con una riqueza y una profundidad de sabor única. Aunque cada productor tiene su propio método y receta, existen ciertos pasos universales que son seguidos en la elaboración de esta bebida.

  • 1. Selección del vino base: la elección del vino es importante porque este servirá como una especie de lienzo en blanco para los sabores que las hierbas y especias infundirán en la bebida. Tradicionalmente, el vermut se hace con vino blanco, pero algunos productores han experimentado con vinos rojos y rosados, lo que añade una nueva dimensión a la paleta de sabores del vermut. Los vinos utilizados suelen ser ligeros y no demasiado aromáticos, de modo que no compitan con las notas que los demás ingredientes aportarán.
  • 2. Selección y maceración de hierbas y especias: el alma del vermut reside en su mezcla única de hierbas y especias, que crean una sinfonía de sabores y aromas. No existe una receta única, pero algunas de las hierbas y especias más usadas son: ajenjo, coriandro, canela, cardamomo, manzanilla, cáscara de naranja y limón, orégano, enebro, raíz de genciana, salvia, y jengibre. Estos ingredientes se maceran en alcohol o directamente en el vino base, dependiendo de la receta, durante varios días o semanas.
  • 3. Fusión del vino y la infusión: después de que las hierbas y especias han liberado sus sabores en la maceración, el siguiente paso es combinar esta infusión con el vino base. Es un paso delicado y crucial, en el que el equilibrio entre los sabores es esencial para crear un vermut de calidad. Algunos productores añaden azúcar durante esta etapa para mejorar la dulzura del vermut y contrarrestar cualquier amargura de las hierbas y especias.
  • 4. Maduración y filtrado: una vez que la mezcla ha sido perfeccionada, el vermut se deja madurar. Este período de reposo puede durar desde unas pocas semanas hasta varios meses, dependiendo de la receta. Después de la maduración, el vermut se filtra para eliminar cualquier residuo sólido. Esto resulta en un líquido claro y limpio que está listo para ser embotellado.
  • 5. Envejecimiento y embotellado: es el último paso en la producción del vermut es el envejecimiento y embotellado. Algunos productores de vermut optan por envejecer su bebida en barricas de roble, lo que añade una capa adicional de sabor y aroma a la bebida. El vermut se embotella luego y se almacena en un lugar fresco y oscuro hasta que esté listo para ser disfrutado.

Qué tipos de vermut hay

Cada tipo de vermut tiene sus propias características y se puede disfrutar de diferentes formas.

Vermut rojo: el clásico que triunfa en España

También conocido como vermut rosso o vermut negro, el vermut rojo es el tipo más tradicional y ampliamente consumido, especialmente en España. Su color más oscuro y sabor más intenso provienen de la adición de caramelo. Este vermut es famoso por su dulzor y su sabor especiado, siendo la base perfecta para cócteles como el Negroni y el Manhattan, aunque también se puede disfrutar solo o con hielo.

Vermut blanco: dulzura y frescura

El vermut blanco es la variedad más dulce porque en su elaboración se suprimen algunos botánicos amargos. Es la variedad más consumida en todo el mundo. Se elabora principalmente a partir de vino blanco y en él predominan las notas de cítricos y vainilla. Es perfecto para disfrutar solo, con hielo, o como ingrediente en una amplia gama de cócteles.

Vermut rosado: un toque único

El vermut rosado es la mezcla muy especial de los estilos blanco y rojo. Tiene un toque de dulzura y un sabor herbáceo, que crean una experiencia de sabor única. Se puede disfrutar solo, con hielo o en cócteles. El vermut rosado es ideal para el verano.

Vermut seco: para amantes de lo amargo

El vermut seco es famoso por su sabor amargo. Tiene menos contenido de azúcar que otros tipos de vermut y es el preferido en cócteles como el Martini. Este tipo de vermut es especialmente popular en Francia.

¿Cómo se sirve el vermut?

¿Cuál es la mejor forma de servir el vermut? La respuesta a esta pregunta puede variar según las preferencias personales. Al fin y al cabo, cada maestrillo tiene su librillo, pero aquí os dejamos algunas recomendaciones básicas para asegurarte el éxito. Toma nota:

  • Servir frío: el vermut se sirve frío para resaltar sus sabores y aromas. Enfríalo en la nevera antes de servirlo.
  • Utilizar vasos o copas de cristal: para apreciar mejor el color y la textura del vermut. Esto también ayuda a mantenerlo frío por más tiempo. Los más sibaritas esperarán tomar su vermut en vaso de boca ancha o de los triangulares que van estrechándose poco a poco hasta el pie, de los llamados tipo 'Martini'. Otra buena elección es la llamada copa tulipán, que tiene forma curvada y su borde ancho permiten saborear el sabor de la bebida sin que el exceso de alcohol golpee la nariz.
  • Añadir hielo: algunas personas prefieren servir el vermut con hielo para rebajar su sabor y refrescar la bebida. Se puede añadir hielo directamente al vaso o utilizar una coctelera para mezclar el vermut con hielo y luego servirlo. No obstante, se recomienda no mezclar los vermuts de mayor calidad con hielo para evitar que diluyan los sabores botánicos y poder disfrutar de toda su intensidad.
  • Temperatura adecuada: los vermuts blancos se suelen servir entre 6-8 grados, mientras que los vermuts rojos se sirven entre 8-10 grados.
  • Acompañamientos: el vermut se puede disfrutar solo o con algunos acompañamientos. ¿Con qué acompañar el vermut? Puede ser con una aceituna dentro de la copa (aunque esto tiene una corriente crítica que dice que altera el sabor de la bebida), una rodaja de naranja, mandarina o limón (naranja para los vermús rojos y limón para los blancos), o incluso una ramita de hierbas frescas como el romero o el tomillo. Quizás no lo sabías, pero, además de la fruta natural, también se puede usar fruta deshidratada.

Sea como aperitivo o componente de un cóctel, lo más importante es apreciar la sinfonía de sabores que las hierbas y especias infunden en cada trago. Así que ya sabes, la próxima vez que tomes un vaso de vermut, piensa en su historia, en el cuidadoso proceso de su elaboración y sobre todo, disfrútalo.