En el mes de septiembre una de las mayores pesadillas de muchas familias inmersas en la vuelta al cole, además de hacer frente a los elevados precios de los libros de texto y del material escolar en general —en 2023, por ejemplo, la vuelta al cole vuelve a ser la más cara de la historia— es la de forrar los libros y cuadernillos. Existen diferentes maneras de hacerlo, varios tipos de forro, pero siempre el mismo reto: que no queden burbujas.

En el arte de plastificar o forrar los libros, como en todo, cada maestrillo tiene su librillo. Nosotros vamos a explicarte un truco que funciona de verdad para hacerlo correctamente. Verás cómo puedes forrar cada libro en pocos minutos. Te aconsejamos que no pierdas la paciencia porque es fundamental para conseguir una superficie lisa de verdad.

Tendrás que decidir qué tipo de forro quieres utilizar, si quieres que sea autoadhesivo ('Aironfix') o no, mate, que lleve etiquetas o que sea una funda ya lista ('Forralibros'). Otra de las cosas que puedes elegir es que sea lo menos dañino para el medio ambiente posible. Te recomendamos que busques un forro de materiales como el polietileno verde o el polipropileno reciclable. Intentar reducir los plásticos en la vuelta al cole es una gran idea.

Los mejores trucos para forrar los libros

Como ya hemos dicho, existen diferentes formas de forrar libros, pero tenemos el truco perfecto para forrarlos de manera sencilla y exitosa, sin que queden burbujas.

1. Forrar los libros de texto con un calcetín:

Este es el truco que te teníamos guardado para facilitarte la tarea. Necesitarás forro adhesivo, un par de calcetines hechos una bola y unas tijeras. Sigue las instrucciones paso a paso para que forrar los libros de texto te resulte sencillo.

  • 1. Enrolla el forro en el sentido contrario del que viene para que así se quede plano y te sea más sencillo manejarlo a la hora de pegarlo sobre el libro.
  • 2. Limpia bien la superficie del libro antes de forrarlo, que no se te olvide, para evitar que queden motas de polvo o restos.
  • 3. Para cortar el forro a la medida del libro, ponlo abierto sobre el forro y deja tres dedos de margen a cada lado y dos dedos por arriba y abajo. Sobre el papel hay dibujada una cuadrícula que te servirá como guía para recortar sin tener que usar una regla.
  • 4. Empieza por la contraportada del libro, despega un poco el forro y tira despacio para que se vaya despegando de su papel y adhiriéndose al libro.
  • 5. Dale la vuelta al libro y al tiempo que tiras despacio del forro para desenrollarlo y pegarlo sobre el libro, con el calcetín vas haciendo presión y asegurándote de que no queda ninguna burbuja.
  • 6. Cuando llegues al lomo del libro, haz un pequeño corte de un centímetro en diagonal para poder doblar y pegar el forro hacia dentro en esas esquinas.
  • 7. Repite el mismo proceso con la portada.
  • 8. Asegúrate que todo esté bien y de que no hayas dejado las esquinas con papel sobrante.
En realidad, esta técnica la puedes utilizar con algo que no sea un calcetín, cualquier cosa que te ayude, pero recuerda usar algo que no vaya a dañar el forro.

Pero ¿qué pasa si ya has forrado el libro y ves que se hay alguna burbuja de aire debajo del forro? En este caso podrás ayudarte de una regla para empujar la burbuja de aire hacia afuera para que todo quede perfecto.

2. Forrar libros con una funda ajustable con tira adhesiva:

Las fundas 'forralibros' tienen la ventaja de que la forma ya está hecha y tan solo hay que ajustar el libro. Para colocarlas, solo hay que meter las dos tapas del libro y ajustar el largo con una tira adhesiva, con la que lograremos que se quede fijo y no se vaya saliendo constantemente. De este tipo también se comercializa en tamaño DIN A5, para pequeños cuadernos o libretas.

3. Forrar libros con forro no adhesivo:

En este caso necesitarás una regla y celo para fijar el forro al libro. Para hacerlo, pon el libro (abierto o cerrado) sobre el forro para tomar la medida, deja unos 2-3 centímetros de margen como hemos explicado antes. Recuerda hacer los pequeños cortes en las esquinas y en la parte del lomo del libro, de manera que los bordes se puedan plegar hacia dentro y pegar con celo.

No es obligatorio forrar los libros, pero es una forma excelente de protegerlos si quieres donarlos, cederlos o venderlos, para que puedan tener más de una vida. Pueden pasar a hermanos u otros familiares, o los puedes vender en tiendas de segunda mano cuando no los necesitéis en casa. De hecho, en tiempos de inflación alta, esta es una opción más que común. En 2023, por ejemplo, se han disparado las ventas de libros de texto de segunda mano, ya que se pueden encontrar a mitad de precio.

¿Cómo elegir el material para forrar libros?

Para los libros de texto lo más usual es usar forros transparentes, pero antaño los libros solían forrarse con cualquier papel que pudiera proteger algo su portada, como papel de periódico, de regalo o simplemente, papel de colores.

No obstante, es tendencia forrar libros con otros materiales y maneras más artísticas, como con tela, tela de pantalón vaquero, por ejemplo, recortes en forma de lunares o cinta adhesiva o celo con decoraciones.

Puedes hacer uno de estos diseños originales y después cubrirlo todo con papel adhesivo. Así, el libro será único.

En cualquier caso, si forrar los libros de texto te resulta demasiado difícil o pesado (cuando son libros trimestrales, uno por trimestre, pueden ser más de 20 libros a forrar), en algunas librerías puedes pedir que te los forren. Además, hay personas que ofrecen sus servicios para esta tarea.