Si te gusta cocinar con hierbas frescas, como el perejil o el cilantro, sabrás que pueden estropearse fácilmente si no los usas enseguida. El placer de comer una ensalada de tomate cherry y mozzarella con un poco de albahaca fresca bien vale hacer el esfuerzo de poner un poco de mimo para guardar bien tus hierbas.

Los expertos recomiendan que, para que las hierbas frescas se mantengan frescas el mayor tiempo posible, lo mejor es recortar los tallos y ponerlos en agua dentro de la nevera, o envolverlos en un papel de cocina húmedo y guardarlos en una bolsa hermética. De esta manera, evitarás que se marchiten y absorberás el exceso de humedad, que puede causar su descomposición. Pero hay otras alternativas. Sigue leyendo para saber cómo puedes guardar las hierbas aromáticas frescas.

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Los mejores métodos para conservar las hierbas aromáticas frescas

Las hierbas frescas son delicadas y de corta duración, por lo que se venden sin lavar para evitar la descomposición acelerada.

Para conservarlas en casa, se pueden guardar en el refrigerador dentro de su envase original. Sin embargo, existen tres métodos caseros más eficaces para prolongar su frescura: 1. colocarlas en un tarro con agua en la nevera; 2. ponerlas en un tarro con agua y cubrirlas con una bolsa de congelación fuera del frigorífico; y 3. envolverlas en papel de cocina húmedo dentro de una bolsa de congelación cerrada en el refrigerador, que es el mejor método.

→ 1. Tarro con agua en la nevera:

Coloca las hierbas frescas en un tarro o recipiente con un par de dedos de agua en el fondo. Asegúrate de quitar las hojas mustias o secas antes de guardarlas. Coloca el tarro en la zona menos fría de la nevera para evitar que las hierbas se congelen. Este método es conveniente para una conservación de corta duración y ayuda a mantener las hierbas frescas en comparación con simplemente guardarlas a temperatura ambiente.

→ 2. Tarro con agua y bolsa de congelación fuera del frigorífico:

Pon las hierbas en un tarro con agua, de la misma manera que en el primer método. Luego, cúbrelo con una bolsa de congelación, asegurándote de que las hojas estén protegidas del aire. Coloca el tarro en la encimera de la cocina, lejos de fuentes de calor directo. Este método es adecuado para hierbas que no requieren refrigeración y permite un acceso fácil y rápido a ellas cuando las necesites.

→3. Papel de cocina húmedo en bolsa de congelación en la nevera:

Necesitas tres o cuatro hojas de papel de cocina absorbente, humedécelas y escúrrelas hasta que no goteen. Extiende con cuidado las hojas húmedas y coloca las hierbas frescas en el centro. Envuelve las hierbas en el papel sin apretarlas demasiado para que puedan respirar. Luego, coloca el paquete en una bolsa de cierre hermético, extrayendo la mayor cantidad de aire posible sin aplastar las hierbas. Guarda la bolsa en el refrigerador. Este método es el más eficiente y efectivo para mantener las hierbas frescas por más tiempo.

Cómo conservar hierbas frescas

Otros trucos para conservar hierbas aromáticas

1. Cubitos congelados: Un enfoque para prolongar la vida útil de las hierbas es congelarlas en cubitos de hielo. Pica las hierbas y mézclalas con aceite de oliva, luego colócalas en cubiteras para congelarlas. Estos cubitos son perfectos para agregar a recetas que requieren aceite, como sopas, guisos o platos a la parrilla. En el congelador, pueden durar de tres a seis meses.

2. Preservar en aceite de oliva: Un método sencillo para conservar hierbas aromáticas es sumergirlas en un frasco lleno de aceite de oliva suave, vinagre de vino blanco o vinagre de manzana. Almacena el frasco en un lugar oscuro y fresco durante un par de semanas. Después de este tiempo, tendrás aceites y vinagres infusionados para dar un toque especial a ensaladas, aderezos y salsas emulsionadas. Asegúrate de usar hierbas frescas y limpias, y que estén secas para evitar que se eche a perder la infusión.

3. Hierbas secas: Para almacenar hierbas secas, utiliza un proceso natural y fácil. Haz pequeños ramos con tus hierbas favoritas, átalos por el tallo y cuélgalos boca abajo en un lugar seco y bien ventilado. Después de un par de semanas, tendrás hierbas secas que, una vez trituradas y almacenadas en recipientes herméticos, podrás utilizar para sazonar diversos platos durante todo el año.