Los ajos son imprescindibles en la cocina. Su gran versatilidad y el golpe de sabor que añaden a la carne, las verduras, el arroz, etc., son cautivadores. Los ajos también son sencillos de cultivar, como te contamos en otro artículo.

Pero si te gustan mucho, seguro que sabes que almacenar los ajos puede ser un reto. No todo el mundo tiene claro cuál es la mejor manera de hacerlo. De hecho, hay muchos métodos diferentes para almacenar ajos, pero algunos dan mejores resultados que otros.

Los ajos se pueden conservar en bulbos o cabezas enteras, en dientes o pelados. Veamos algunos trucos para hacer que duren más tiempo sin secarse.

Trucos para elegir un buen ajo

Hay algunos aspectos en los que puedes fijarte para evaluar la calidad de los bulbos, lo que conocemos como la cabeza del ajo, tanto si los has cultivado tú como si los compras. Elige unos buenos ajos y te asegurarás de que duren más y su conservación sea mejor.

1. El bulbo o la cabeza del ajo debe ser firme al tacto y no ceder ante una presión suave.

2. Debe estar apretado, con la piel lisa y seca y sin signos de moho (polvo negro).

3. No te preocupes si le ves unas pocas rayas de color morado, son naturales e indica la presencia de antocianinas, un excelente antioxidante.

4. Si el bulbo está blando, lo más seguro es que esté demasiado maduro y no durará mucho tiempo en buen estado.

5. Si el ajo ha brotado, es una clara señal de que es viejo.

6. Evita comprar ajos refrigerados.

Cómo conservar los ajos para que duren

Sigue los siguientes consejos para guardar bien los ajos y que duren más sin que se sequen o broten. Te dejamos estos trucos de eficacia probada con los que los ajos conservarán su sabor durante más tiempo.

El ajo se puede conservar de diferentes maneras. Sigue cualquiera de los métodos, según tus necesidades.

Cómo conservar cabezas de ajo enteras

Lo mejor para mantener la calidad del ajo es guardar el bulbo entero en un armario fresco, oscuro y bien ventilado (esto es algo que no solemos tener en cuenta). El ajo durará más tiempo almacenado a una temperatura de entre 15,5 y 18 grados. De esta manera, el ajo debería conservarse unos meses.

Cómo conservar dientes de ajos sueltos sin pelar

Puede ser que se te hayan caído del bulbo o que te hayan sobrado. Si por la razón que sea tienes dientes de ajo sueltos, pero con su piel. Almacénalos juntos con las cabezas de ajo en un armario fresco, oscuro y bien ventilado, pero atención: se deben consumir en un plazo de diez días.

Cómo conservar ajos pelados

Los dientes de ajo pelados son una buena manera de adelantar trabajo en la cocina. Pélalos y ponlos en un recipiente hermético o en una bolsa de plástico, ciérralo bien y guárdalo en la nevera. Hay que consumirlos en un plazo de 5 a 7 días.

Cómo hacer y conservar pasta de ajo

La pasta de ajo es una preparación muy útil que se puede tener a mano para muchas comidas. Tan solo hay que pelar la cabeza de ajo y cortar los extremos del tallo. Poner los ajos en una batidora con una cucharada de aceite de oliva y batir hasta que tenga la consistencia adecuada. Para conservar la pasta de ajo, colócala en un recipiente hermético y guárdala en la nevera para utilizarla antes de una semana.

Cómo congelar el ajo

El método para congelar el ajo de manera correcta varía dependiendo de si está entero o pelado. El ajo congelado debería durar indefinidamente.

1. Cabezas enteras y dientes sueltos sin pelar:

pon el ajo en una bolsa de plástico apta para el congelador, saca el aire, séllala bien, ponle la fecha y congélala.

2. Dientes pelados:

pon los dientes de ajo extendidos sobre una superficie plana como una pequeña bandeja para hornear, cúbrelos con papel de plástico y congélalos durante una hora. Envuelve los dientes congelados en papel de aluminio y colócalos en una bolsa de plástico apta para el congelador, ciérrala bien, etiquétala, pon la fecha y congélala.

3. Pasta de ajo:

rellena con la pasta de ajo un molde de silicona para cubitos de hielo y congela hasta que esté firme (aproximadamente una hora). Pasa los cubitos de pasta de ajo a una bolsa de congelación y sella bien. La pasta debe consumirse en los próximos seis meses.