Toca poner la terraza a punto, limpiar a fondo, sanear las plantas, decidir cuáles poner y revisar los muebles que guardamos de un año para otro. Es probable que alguno de ellos necesite un buen ajuste o incluso alguna reparación. Vamos a empezar por lo que es más habitual que tengamos que ajustar: las sillas de la terraza.

Para darte la información sobre cómo arreglar las sillas de la terraza vamos a ordenarlas según el tipo de material del que estén hechas, porque no es lo mismo el deterioro que puede sufrir una silla de plástico que otra de mimbre, por ejemplo, ni los cuidados que necesitan.

Cómo arreglar las sillas de la terraza

1. Silla de plástico: unos de los problemas más habituales de las sillas de plástico que están en las terrazas es que debido al sol y estar en el exterior, suelen perder color y ponerse blanquecinas. Muchas personas optan por tirarlas por este motivo, aun cuando siguen haciendo su función. Con la siguiente idea, podrás reducir los residuos y arreglar tus sillas de manera sencilla. Tan solo necesitas un soplete de gas y un mechero. Debes pasar el soplete de un lado a otro de la silla, sin acercarlo demasiado, y verás que el plástico vuelve a ponerse del tono de siempre. Solo con hacer esto la silla va a recuperar su aspecto original.

Si el problema es que la silla de plástico de la terraza se ha roto por alguna parte, como el respaldo, por ejemplo, esto también tiene solución. En este caso necesitarás un cautín para soldar plásticos y algunos trozos de alambre. Solo tienes que derretir el plástico para pegarlo y después usar el alambre para mejorar la sujeción. Mira este vídeo para más detalles.

2. Silla de madera: lo primero que tienes que hacer es limpiarla muy bien. Para ello puedes ayudarte con un poco de acetona. Todas las partes que tengan tonos negros por la suciedad deben quedar limpias. Después debes lijar las superficies para que queden muy lisas y suaves porque con el paso del tiempo se tienen a estropear. Si quieres mantener el color que tiene la silla de madera, emplea un barniz con una brocha y dalo en el sentido de la beta. Si, por el contrario, vas a aprovechar la ocasión para cambiarlas de color, deberás darle una imprimación que cubra bien los poros antes de pasarle a darle color.

3. Ratán o imitación: el problema de este tipo de sillas es que suelen ser muy complicadas de limpiar debido a los recovecos. Te recomendamos que utilices un cepillo de cerdas blandas para retirar la primera capa de polvo y suciedad y evitar así arañar el mueble. Después, para eliminar las posibles manchas de grasa puedes utilizar vinagre.