El miedo a un desastre nuclear en el marco de la guerra en Ucrania es creciente. En otro artículo hemos explicado de qué manera tratar de sobrevivir en caso de un ataque nuclear. Lo mejor es refugiarse y qué mejor que tener tu propio búnker.

Muchas personas sueñan con tener su propio búnker de supervivencia subterráneo. Un lugar que sientan seguro al que poder escapar en caso de emergencia. Hay que lo llama búnker de supervivencia, refugio antibombas, refugio nuclear o refugio antinuclear.

Por fortuna (o no tanta), parecían cosas del pasado, pero ahora saber cómo hacer un búnker es una preocupación real. Y es que, si se dan las condiciones para ello, ¿por qué no intentar preparar un lugar donde poder sobrevivir (normalmente bajo tierra)?

Cómo construir un búnker, materiales

Hacer un búnker es un proceso largo. Debes tener mucha determinación y paciencia para ponerte con ello y comenzar por diseñar un buen plan.

1. Planificación: busca el lugar, ten claro lo que quieres, marca plazos y presupuesto. Consulta con arquitectos y proveedores. Lo aconsejable es pedir al menos tres presupuestos para cada servicio o producto y comparar. Recuerda que cuando más profundo esté localizado tu búnker, más aislado de los rayos alfa, beta y gamma estará.

2. Permisos: antes de empezar a cavar la tierra asegúrate de que tener la licencia necesaria para la obra que deseas hacer. Al excavar podrías afectar a alguna canalización, de modo que esto hace más importante si cabe la necesidad de tener toda la parte administrativa muy clara y organizada.

3. Construcción: si es posible, busca a la empresa que más confianza te transmita porque, en caso de ataque nuclear, no vas a poder llamar a reclamar. En cuanto al material para construir el búnker, el hormigón es el material más resistente y rentable, pero también son posibles otros. A veces se utiliza el acero en lugar del hormigón o junto con él.

Siguiendo con los materiales, ten en cuenta que es fundamental la impermeabilización del refugio. Puedes utilizar láminas de plástico.

Vuelve al plan y recuerda cuáles son las necesidades que tenías que satisfacer con este búnker para no dejar ningún cabo suelto. De esta manera, la distribución y los detalles de la casa tendrán más sentido.

4. Equipamiento: ya tienes tu búnker refugio, ahora se trata de un lugar bajo tierra y seguro donde refugiarte… pero vacío te servirá de poco. Tienes que equiparlo con todo lo que puedas y para el máximo de tiempo. Veamos algunas recomendaciones al respecto.

- Al menos 3 litros de agua por persona y día y pastillas potabilizadoras

- Miel, barritas de cereales

- Crema de cacahuetes

- Judías, arroz

- Tés

- Cecina, verduras enlatadas, especias y todo lo que hay en tu despensa, pero no en la nevera.

Todo esto son solo algunas de las cosas que puedes almacenar, pero con imaginación seguro que van saliendo otras muchas más.

Tienes que asegurarte de tener un buen equipo de refrigeración y pensar en cómo resolver el problema de ir al retrete.

5. Mantenimiento: cada mes deberías mirar las fechas de lo que guardas en el búnker para ir organizando y reponiendo aquello que se ponga malo.