La mamografía es una prueba diagnóstica que detecta o diagnostica el cáncer de mama. Y sí, la mamografía salva vidas. Así de contundente lo aseguran los radiólogos que son quienes detectan y diagnostican el tumor a través de esta prueba.
"Con la mamografía, la mortalidad por cáncer de mama se reduce hasta un 30%, además puede adelantarse incluso años al diagnóstico", asegura a laSexta.com la Dra. Myriam Montes, radióloga y especialista en mama de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM).
Es por ello- mantiene la doctora- que las mujeres no deben tener miedo a realizarla, porque es una prueba que dura sólo unos segundos. Además, desde que se empezaron a realizar las primeras mamografías en España, allá por los años 70, los mamógrafos (los aparatos que se emplean para hacer las mamografías) han cambiado un mundo.
"Uno de los saltos cualitativos en cuanto a la mejora de la técnica mamográfica fue el paso de mamografía analógica a la mamografía digital: por un lado, nos permite visualizar las mamas en monitores de alta resolución y por otro, la digitalización de la imagen nos permite almacenar todas las mamografías como archivos informáticos y comparar con las anteriores de una mujer desde varios años para atrás", explica.
También, otras de las ventajas que supone la digitalización es "la rapidez a la hora de realizar una mamografía. La prueba dura sólo unos segundos, lo que nos permite analizar y ver a más mujeres". Y por último, el siguiente gran salto ha sido la aplicación desde hace unos pocos años de la Inteligencia Artificial que, "entre otras cosas, se usa para mejorar la resolución de la imagen. Los avances en la técnica mamográfica nos ha supuesto que detectemos el cáncer mucho ante porque el detalle de la imagen que obtenemos es muy superior a la de antes", explica.
Cribado poblacional de cáncer de mama en España
No obstante, en España, no fue hasta los años 90 cuando empezaron los programas de cribado, según explica la Dra. Ana María Rodríguez-Arana, coordinadora de la comisión de Grupo Español de Investigación en Cáncer de Mama, GEICAM (formada por radiólogos y especialistas en Medicina Nuclear que son los que hacen las mamografías) y especialista en Hospital Vall d’Hebron de Barcelona,
"Los programas de detección precoz poblacionales de cáncer de mama en este hospital se comenzaron en el año 1989. En Europa, estos programas poblacionales se iniciaron en los años 80 que es donde se hace un cribado organizado (en EEUU se hace un cribado oportunístico)", explica Rodríguez.
Por otro lado, y como expone el Ministerio de Sanidad, además de estos programas, "en el caso de las mujeres que cumplen criterios de alto riesgo personal o riesgo de cáncer familiar o hereditario se realiza la valoración del riesgo individual y su seguimiento a través de protocolos de actuación específicos". En esta página de Sanidad puedes encontrar todo sobre este cribado poblacional en España.
En España, el cribado poblacional de cáncer de mama está dirigido en general (salvo excepciones de mujeres con antecedentes y otras características médicas) a las mujeres entre 50 y 69 años: esta población debe hacerse una mamografía cada dos años (gratuita por el SNS). No obstante, en algunas comunidades autónomas, esta edad de cribado se ha rebajado a los 45 años, tal como están ya indicando algunas guías y publicaciones científicas.
"La edad a la que debería empezar el cribado de cáncer de mama sigue siendo objeto de debate y las guías clínicas se van actualizando en base a la evidencia científica que se va obteniendo", explica la doctora Montes. Por ejemplo, las guías americanas recomiendan el cribado a partir de los 40 años y sin límite de edad por encima. "Y actualmente, las guías europeas están pasando en sus recomendaciones de los 50 a los 45 años".
Y esto es así, explica la doctora por dos motivos fundamentales. Cada vez más guías clínicas se están adaptando al escenario actual en el que por un lado, se ha mejorado mucho la tecnología y por otra, ha aumentado la incidencia de cáncer de mama en mujeres jóvenes. Hay que tener en cuenta que "entre los 35 y 55 años, el cáncer de mama es la primera causa de muerte", sostiene la experta.
Según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, para este año 2023, se estiman un total de 35.000 nuevos casos de cáncer de mama. La buena noticia es que la tasa de supervivencia es muy alta (de más del 80%) sobre todo si el tumor si se detecta en estadios o en fases tempranas de la enfermedad, pero todavía queda camino y sobre todo, investigación por recorrer, especialmente, en el cáncer de mama metastásico.
También hay que tener en cuenta, añade por su parte la doctora Rodríguez, que para el programa de cribado poblacional de cáncer de mama, a las mujeres se las selecciona solo por el factor edad, "pero la tendencia actual es la de ir hacia una personalización del cribado, que tendrá en cuenta no solo la edad sino también factores de riesgo conocidos como antecedentes personales, densidad mamaria...".
El mito de la radiación en la mamografía que no es cierto
En la actualidad, y tal como sostiene la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), "la mamografía detecta el cáncer antes, duele menos y radia menos”. Esto es, "las mujeres notan muchas menos molestias y el tiempo que permanece la mama comprimida sólo son unos segundos".
"La mala fama que tiene la mamografía es tan solo eso: mala fama, porque la comprensión de la mama que se realiza durante la mamografía es la necesaria para generar una imagen diagnóstica óptima. Es una presión que está producida de una forma progresiva y que siempre se puede disminuir o parar en el caso de que la mujer lo desee”, explica la doctora Rodríguez.
Realmente, esa mala fama -insiste esta profesional- es por parte del desconocimiento. Porque "lo mejor para quitar el miedo a la mamografía es estar bien informados y conocer realmente los beneficios que aporta la prueba. Insistimos: la mamografía disminuye la mortalidad hasta un 30%", apunta de nuevo la doctora Montes.
Pero es sin duda, la radiación uno de los mitos más importantes que podemos encontrarnos. Muchas mujeres dicen, por esto, tener "miedo a hacerse una mamografía". Pero esto es tan solo un mito que es importante, que desterremos de una vez por todas.
"La radiación que supone una una mamografía en los mamógrafos modernos de los que disponemos, equivale a la radiación cósmica que podemos recibir en un vuelo trasatlántico. Si nadie se plantea no hacer ese viaje por esto, menos aún deberíamos dejarnos de hacer una prueba que ha demostrado que te puede salvar la vida", asegura contundente la doctora Montes.
En la actualidad, "la radiación es mínima y está dentro de los parámetros permitidos y no genera ningún efecto secundario. Y en esto, hay más que evidencia para confirmarlo. La mamografía en los equipos actuales en unidades especializadas es totalmente tolerable y la dosis de radiación que se administra es mínima", apunta e insiste también la doctora Rodríguez.
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"Sabemos que en cáncer es fundamental adelantarnos y tener un diagnóstico precoz, y concretamente en el cáncer de mama si tenemos la suerte de poder contar con una mamografía que es capaz de adelantarse incluso años al diagnóstico, debemos aprovecharlo", concluye la doctora Montes.