El cáncer de mama es el tumor más diagnosticado en mujeres: al año se diagnostican más de 35.000 nuevos casos al año, en España y más de 6.500 muertes. No obstante, es cierto que la supervivencia de este tumor es alta: más del 80%, sin embargo, para el resto todavía queda mucho camino y mucha investigación aún por recorrer.

Y es esto mismo lo que revelan los investigadores de la Fundación CRIS contra el cáncer, con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer de Mama, que se celebra cada 19 de octubre. "A día de hoy, algo más del 80% de los tumores de mama tienen tratamientos eficaces pero para el resto, no los hay. Diseñar nuevos y mejores tratamientos para estas pacientes es el gran reto al que nos enfrentamos".

Según explican desde esta entidad, "la probabilidad estimada de desarrollar cáncer de mama siendo mujer es de 1 de cada 8 y puede aparecer, generalmente, entre los 35 y los 80 años, aunque la franja de mayor incidencia es entre los 45 y los 65 años, coincidiendo con el periodo menopáusico, según datos de GEICAM.

El cáncer de mama metastásico es la forma más grave de esta enfermedad (cuando el tumor no está localizado y se disemina a otras partes del cuerpo. Es un tumor para el que todavía no existe cura (salvo excepciones) pero sí tratamientos eficaces que logran aumentar la supervivencia. Así es importante, especialmente aquí, es fundamental la investigación y por ende, claro está, la financiación.

"Si dotamos de recursos suficientes a la investigación, podríamos tener tratamientos eficaces para la mayoría de tumores de mama en un horizonte bastante cercano. Esto es trabajo de todos, administraciones públicas y sociedad civil, es nuestra obligación hacer todo lo que está en nuestras manos para que la ciencia avance y pueda curar esta enfermedad que cada vez sufren personas más jóvenes", afirma Marta Cardona, directora general de la Fundación CRIS contra el cáncer.

Técnicas de análisis molecular

Durante los últimos 30 años, se ha producido un cambio enorme en la manera de comprender y abordar el cáncer de mama. A finales de los 90 apareció la primera terapia dirigida contra un punto débil de los tumores. Desde entonces ha habido una auténtica revolución. También, fue en los años 90 cuando comenzaron los cribados poblaciones del cáncer de mama en España.

Así y según explican los especialistas de esta fundación, las técnicas de análisis molecular y computacional han avanzado a toda velocidad. Gracias a ellas, podemos estudiar en detalle el material genético y otras moléculas de las células tumorales, otros componentes de su entorno, del sistema inmunitario, incluso de la microbiota de las pacientes.

En el caso del análisis molecular, está facilitando el diseño de tratamientos dirigidos contra características particulares de las células tumorales, que respeten a las células sanas y que minimicen los efectos secundarios, que es as su vez uno de los mayores objetivos de la investigación actual. Y una de las maneras de hacer esto "ya no es sólo mediante terapias que dañen menos a las células sanas, sino evitando tratar innecesariamente a pacientes que pueden beneficiarse de otras estrategias", explican los expertos.

La inmunoterapia contra el cáncer

Sin duda, una de los mayores avances realizados en los últimos años ha sido la aparición de la inmunoterapia contra el cáncer: "Ha cambiado radicalmente la manera de tratar muchos tumores, aunque hasta ahora parecía que en cáncer de mama no se dan las condiciones adecuadas para que estas terapias funcionen", explican desde esta fundación.

Sin embargo, esto no siempre es cierto: "Se ha observado que en muchas pacientes de tumores de mama triple negativo la inmunoterapia puede ser eficaz, y de hecho ya se está utilizando de manera habitual. Y aunque las pacientes de tumores hormonopositivos no suelen responder a inmunoterapia, existen pacientes que sí mejorarían mucho con estas terapias. Es importante saber identificarlas, y éste es uno de los retos que intenta abordar el Proyecto CRIS de Cáncer de Mama Hormonopositivo, dirigido por el Dr. Aleix Prat -Hospital Clínic de Barcelona-.

De hecho, "intentar saber con anticipación qué pacientes tienen más posibilidades de beneficiarán de inmunoterapia sigue siendo uno de los mayores retos de la medicina actual. Esta es una de las principales líneas de trabajo de la Unidad CRIS de Nuevas Terapias Experimentales, dirigida por el Dr. Alberto Ocaña -Hospital Clínico San Carlos", sostienen. Su intención es identificar elementos del sistema inmunitario que permitan predecir mejor qué pacientes serían las indicadas para recibir inmunoterapia.