El virus que provoca el Herpes Zóster, también llamado culebrilla , permanece acantonado en nuestro organismo tras pasar la varicela y puede reactivarse ante una bajada de defensa. Es por ello fundamental conocer sus síntomas y acudir al médico ante cualquier sospecha. El motivo es que este herpes no se trata solo de una erupción sino que puede ser una infección mucho más seria. El Herpes Zoster es una enfermedad causada por la reactivación del Virus Varicela Zóster (VVZ).

Para informar y concienciar acerca de esta infección, se ha lanzado la campaña 'El virus del Herpes Zóster vive en ti. Adelántate' de GSK con en la que aparecen varios vídeos que mostraban cómo "serpientes" (representando así a este virus al que llaman comúnmente culebrilla) atacando varios monumentos de España como en el monumento a Colón (Barcelona) o en la fuente de Cibeles (Madrid) y en el que participan innumerables rostros conocido como la presentadora de esta casa, Helena Resano, Boris Izaguirre, Ángeles Blanco o Toñi Moreno.

"El herpes zóster no solamente se trata de una erupción, sino que es una infección que puede ser mucho más seria, que además, puede comportar complicaciones como la neuralgia postherpética, un dolor persistente que puede durar mucho tiempo, incluso años en algunos casos. Y también dejar secuelas", asegura Glòria Mirada, enfermera y vicepresidenta Primera de la Asociación Española de Vacunología (AEV). Por ello, es muy importante que la población conozca esta enfermedad, y en la consulta es crucial identificar las personas de riesgo”.

Esta infección viral puede ser muy dolorosa e incómoda para quienes la padecen. Los síntomas pueden ser variados y afectar a diferentes partes del cuerpo, por lo que es importante estar atentos a cualquier señal que indique su presencia.

Estos son sus síntomas y su evolución:

  • El Herpes Zóster suele iniciarse con síntomas como picazón, dolor, hormigueo, sensación molesta o sensibilidad al tacto en la piel del tórax, el abdomen o el rostro.
  • Tras los primeros días, comienza la fase aguda, en la que aparecen en la piel unas ampollas agrupadas de una forma característica, con forma de culebrilla, en las zonas afectadas, acompañadas de dolor agudo.
  • Al cabo de unos 10 días, estas vesículas se convierten en costras que, normalmente, duran entre 2 y 4 semanas.

Las complicaciones del herpes zoster

A pesar de que las erupciones y ampollas suelen desaparecer en este periodo de tiempo, en algunos casos el dolor puede persistir tras la curación de la erupción del Herpes Zóster. En esos casos puede aparecer la neuralgia postherpética (NPH), un dolor crónico de origen nervioso que puede persistir semanas, meses e, incluso, varios años. Esta neuralgia es la complicación más común del herpes zóster afectando hasta 1 de cada 10 personas. Saber cuál es son los síntomas, permite enfrentarlo y minimizar el riesgo de complicaciones.

El Herpes Zóster está directamente relacionado con la salud del sistema inmunológico, ya que la reactivación del virus suele ocurrir cuando el sistema inmunitario se debilita. Esto ocurre más frecuentemente a partir de los 50 años, momento en el que el sistema inmunológico tiende a ser menos eficaz debido a un proceso conocido como inmunosenescencia. También en personas que sufren enfermedades que debilitan el sistema inmunológico.

Por último y según exponen desde esta campaña, el herpes zóster va más allá de la aparición de las ampollas en la piel. El dolor y las molestias pueden interferir con las actividades diarias, afectando a la calidad de vida. Además, la persistencia del dolor postherpético puede causar ansiedad, insomnio y depresión en algunos pacientes.

Por otro lado, el virus puede causar complicaciones en ciertas áreas del cuerpo. Por ejemplo, si afecta a los ojos, puede derivar en pérdida de visión. Asimismo, la aparición del Herpes Zóster puede ser un indicador de que el sistema inmunológico está debilitado, lo que puede hacer a la persona más susceptible a otras infecciones.

"Es fundamental ser consciente de la existencia de este virus y adelantarse a él. Si tienes la sospecha de presentar algún síntoma de Herpes Zóster, o de que tu sistema inmunológico está debilitado, no dudes en consultar a un profesional sanitario", concluyen los expertos de esta iniciativa.