La grasa que se localiza en la parte del abdomen es más perjudicial, que cualquier otra, para el corazón. Pues un exceso de volumen o grasa en la barriga -también llamada obesidad central- aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello es muy importante disminuirla; fundamentalmente, con dieta y ejercicio.

"El riesgo de la obesidad depende de donde está localizada la grasa, y la que se acumula en el abdomen es la que, de mayor manera, afecta al corazón", afirma a laSexta.com el Dr. Fernando de la Guía, coordinador del grupo de trabajo de Cardiología del Deporte de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).

Y esto es importante destacarlo porque los últimos datos de la Unión Europea reflejan que alrededor del 53% de la población mayor de 18 años tiene sobrepeso y alrededor del 20% obesidad. En España, y según datos de la SEEDO, el 53.8% de la población tiene exceso de peso: un 36,6% sobrepeso y un 17,2% obesidad.

De modo que podemos diferenciar entre dos tipos de grasa dependiendo de su localización. Por un lado, la grasa (o el exceso de ella) que se acumula en el abdomen que se conoce como obesidad central, abdominal o androide; y por otro, la grasa que se acumula en los brazos, muslos y glúteos que se denomina como obesidad periférica o ginoide.

El riesgo de la obesidad depende de donde está localizada la grasa, y la que se acumula en el abdomen es la que, de mayor manera, afecta al corazón

Dr. Fernando de la Guía, de la Sociedad Española de Cardiología (SEC)

Y más del 80% de la grasa total del cuerpo humano se almacena en el tejido adiposo subcutáneo, en concreto en las regiones abdominal, glútea y femoral", señala este experto, quien también es responsable de Cardiología de la Policlínica Glorieta-REMA Dénia y del Hospital HCB-Benidorm (Alicante).

Según indican además los últimos estudios científicos publicados, añade, "la obesidad abdominal, determinada por la circunferencia de la cintura, es un marcador de riesgo de enfermedad cardiovascular, que es independiente del índice de masa corporal (IMC)", sostiene el doctor.

Así, hablamos de un perímetro de circunferencia normal si mide menos de 88 centímetros en las mujeres y menos de 102 centímetros en los hombres, tal como explica la Fundación Española del Corazón (FEC).

Es importante por tanto intentar adelgazar y tratar la obesidad siguiendo una dieta saludable, con fármacos indicados para ello, si así nos lo prescribe nuestro médico, y con ejercicio. Pero ¿qué tipo de ejercicios serían los más indicados para esa zona? ¿Existen ejercicio específicos para la parte abdominal?

Ejercicios para reducir la grasa abdominal

En general, practicar ejercicio de forma regular es beneficioso para la salud. Sea cual sea el ejercicio. Además, para personas con obesidad es fundamental moverse cuanto más, mejor y evitar el sedentarismo.

No obstante, y explica el doctor de la Guía, los ejercicios que combinan el entrenamiento aeróbico de alta intensidad y el entrenamiento de resistencia de alta carga ejercen efectos beneficiosos, que son superiores a cualquier otra modalidad de ejercicio para conseguir:

  • Disminuir la adiposidad abdominal
  • Mejorar la masa corporal magra (todo el peso de tu cuerpo menos la grasa)
  • Y aumentar la aptitud cardiorrespiratoria

Los ejercicios que combinan el entrenamiento aeróbico de alta intensidad y el entrenamiento de resistencia de alta carga ejercen efectos beneficiosos para disminuir la adiposidad abdominal

Dr. F. de la Guía

En relación con un tipo de ejercicio que está muy moda: el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) de bajo volumen, refiere el experto, "diferentes estudios indican que no produce un cambio significativo en la masa corporal magra en comparación con un control sin ejercicio".

Además, "el HIIT es ineficaz en adultos con sobrepeso y obesidad para la modulación de la grasa corporal total o el porcentaje de grasa corporal total en comparación con un control sin ejercicio y un entrenamiento continuo de intensidad moderada (MICT)".

Ahora bien, aclara que "el HIIT de bajo volumen sí parece ser un tratamiento eficiente para aumentar el estado físico y mejorar la aptitud ad cardiorrespiratoria, y por ello, sería también positivo en personas con obesidad".

No obstante, lo que es evidente y así lo sugieren todos los estudios es que en personas con obesidad, "el ejercicio físico junto con una dieta baja en caloríaspuede permitir la disminución del peso corporal, reduciendo los depósitos de grasa abdominal y aumentar la masa muscular", explica el experto. Debemos recordar que el músculo es clave para la salud.

De este modo, podemos concluir que la combinación de ambos ejercicios es la ideal: entrenamiento aeróbico y de resistencia. Porque además mejoran los parámetros cardiorrespiratorios (consumo máximo de oxígeno o VO2max) y reducen el porcentaje de grasa de grasa abdominal en personas con sobrepeso y obesidad en comparación con la falta de ejercicio. Y la grasa abdominal, insistimos que es altamente peligrosa para nuestra salud", finaliza el experto.