Más del 50% de los hombres mayores de 60 años tiene hiperplasia benigna de próstata, una enfermedad que no es grave (no es un cáncer) pero que si no se trata puede -además de ser muy molesta por los síntomas que tiene- derivar en complicaciones de salud.

Por ello, es importante consultar en cuanto notemos síntomas relacionados para poner tratamiento cuanto antes. "Si un paciente no se trata de forma temprana, pueden desarrollar retención de orina, infecciones urinarias o incluso insuficiencia renal crónica", afirma a laSexta.com el Dr. José Luis Álvarez-Ossorio, presidente de la Asociación Española de Urología (AEU).

Es importante además, como ya comentamos en este artículo, que los hombres mayores de 40-45 años acudan de forma regular al urólogo/a, no solo para prevenir esta enfermedad sino también otras relacionadas con la próstata.

Realmente, aclaran desde la AEU, el término hiperplasia benigna de la próstataes un concepto reservado para los análisis microscópicos de la glándula prostática pero comúnmente nos referimos a hiperplasia benigna de próstata cuando realmente queremos decir obstrucción prostática benigna".

Porque esta enfermedad consiste -tal como exponen desde esta entidad- "en el aumento de tamaño de una parte de la próstata (la que permite el paso de la orina desde la vejiga al exterior)" y al crecer se estrecha el conducto urinario a la salida de la vejiga y el paciente orina con dificultad o tiene problemas con su micción.

Es importante recordar que la hiperplasia benigna de próstata no predispone a tener un cáncer de próstata que es eltumor más frecuente en la población masculina. No obstante, el seguimiento de los pacientes con hiperplasia es muy importante.

Síntomas de la hiperplasia benigna de próstata

Los síntomas que pueden avisar de esta enfermedad se pueden dividir en dos: síntomas de llenado y de vaciado, "y los que realmente suelen molestar son los de llenado", explica el doctor Álvarez-Ossorio.

  • Síntomas de llenado: ganas de orinar muchas veces al día, también durante la noche, urgencia miccional e incluso pérdida involuntaria (incontinencia urinaria).
  • Síntomas de vaciado: el chorro de la orina sale con dificultad, débil o entrecortado y retraso del mismo aún teniendo ganas.

También existen los llamados síntomas postmiccionales que pueden incluir, después de orinar, acciones como sensación de vaciado incompleto o goteo postmiccional.

En la actualidad existen tratamientos eficaces para mejorar los síntomas que consisten en la aplicación de varios grupo de fármacos. "Cuando el tratamiento se inicia pronto, se ha demostrado que no sólo mejora los síntomas y la calidad de vida del paciente en general, sino que también retrasa o evita la cirugía", explica el urólogo.

Cuando el tratamiento se inicia pronto, se ha demostrado que no sólo mejora los síntomas y la calidad de vida del paciente en general, sino que también retrasa o evita la cirugía

Dr. Álvarez-Ossorio, urólogo

La cirugía sería la siguiente opción de tratamiento en el caso de que los fármacos no funcionen o de presentar ya ciertas complicaciones. No obstante, en la actualidad existen ya técnicas mínimamente invasivas que facilitan estas intervenciones y que se aplicarán una y otra de las muchas que hay según cada caso.

Así, al tratarse de una enfermedad que correlaciona con la edad (el envejecimiento es el factor principal para su aparición) los especialistas recomiendan consultar con el médico de Atención Primaria en cuanto aparezcan los primeros síntomas en lugar de esperar a que surjan las posibles complicaciones que hemos comentado anteriormente. Será después este facultativo quien derive, según el caso, al especialista en urología.

La comunicación y colaboración entre ambos servicios en fundamental, por ello el documento 'Criterios de derivación en Obstrucción Prostática Benigna para Atención Primaria', cuyo primer lanzamiento cumple ahora 15 años, se ha convertido con el paso del tiempo en hoja de ruta y manual de obligada consulta para farmacéuticos, urólogos y profesionales médicos de la Atención Primaria, ya que incluye diferentes apartados relacionados con el diagnóstico, tratamiento y el seguimiento.

"Cuando los profesionales médicos de diferentes niveles asistenciales nos reunimos y conocemos las realidades de ambos mundos podemos acordar cuáles son más importantes y por tanto derivar antes, y cuáles se pueden manejar en atención primaria", concluye el doctor Álvarez-Ossorio.