Con la llegada del calor, muchas personas se ven afectadas por la hinchazón de pies y piernas. También las manos pueden sufrir las consecuencias de las altas temperaturas del verano. Quien lo padece, sabe lo incómoda que es la sensación de pesadez, tirantez de la piel e incluso adormecimiento. Todo ello se produce junto a la retención de líquidos.

Esta situación suele afectar más a personas que presentan insuficiencia venosa (varices) o insuficiencia linfática (linfedema) o ambas. También parece que hay cierto componente genético. Por otro lado, la edad y la obesidad son otros de los factores que influyen en el empeoramiento transitorio de la permeabilidad vascular. Esto afecta directamente el retorno venoso, causando los síntomas citados de pesadez, y calambres.

Pero ¿por qué se inflaman los pies y las piernas con el calor? Y, sobre todo: ¿hay alguna manera de evitarlo? Comencemos por comprender las razones que hay detrás de este fenómeno frecuente, para buscar las posibles soluciones después.

Edema (hinchazón) por calor: por esto se te embotijan los pies

El calor afecta de diferentes maneras al cuerpo. Una de ellas es haciendo que los vasos sanguíneos se dilaten o expandan. Cuando una persona permanece sentada o de pie durante mucho tiempo en un lugar donde hace calor, es muy probable que empieces a sentir que tus pies, piernas y manos se hinchan. A este fenómeno se le llama edema por calor.

Las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir edema por calor, sobre todo si tienen otras afecciones que afectan su circulación, según CignaHealth. Y el riesgo también aumenta cuando se trata de personas acostumbradas a climas más fríos que, por un tiempo, van a un lugar caluroso. Es importante que, al menos dentro de casa, la temperatura sea cómoda y no pases demasiado calor.

¿Qué provoca los edemas?

Las causas que favorecen la aparición de edemas, además de calor, son:

1.El aumento de presión dentro de los vasos (trombosis y flebitis o insuficiencia cardiaca, por ejemplo).

2.La reducción de la cantidad de proteínas o partículas osmóticas que tienden a retener agua en el compartimento intravascular. Esto se debe a una mala alimentación, a una alteración en la formación de proteínas en el hígado o a la pérdida de proteínas por el riñón.

3.La alteración en la permeabilidad de la pared de los vasos. Por una inflamación, quemaduras, alergias o falta de oxígeno se favorece el paso de líquido.

4.La obstrucción de los vasos linfáticos, que son los encargados de recoger el remanente de líquido que pasa al espacio intersticial por infecciones, inflamaciones, etc.

5.La combinación de varios factores previos, según recoge un artículo de las Universidad de Navarra.

Qué hacer cuando se te hinchan las piernas por el calor

El tratamiento conservador busca reducir el aporte del líquido al intersticio y favorecer su evacuación. Así pues, cuando tenemos las piernas hinchadas por el calor es recomendable practicar ejercicios que estimulen la circulación sanguínea y el retorno venoso, como las siguientes:

  • Caminar
  • Nada
  • Subir escaleras
  • Ejercicios con pesas
  • Movimientos específicos

Además, la postura de poner las piernas en alto puede ser efectiva para aliviar la hinchazón, ya que también ayuda a que la sangre circule. Eso sí, también hay otras prácticas que hay que evitar para que no se hinchen las piernas, algunas específicas y otras más relacionadas con los hábitos.

Por ejemplo, es recomendable evitar estar mucho tiempo sentado o mucho tiempo de pie; lo mejor es ir cambiando de postura a lo largo de la jornada, haciendo pequeños descansos de la posición habitual. Una de las situaciones más complicadas es la de los viajes largos, cuando se está mucho tiempo inmóvil; si se viaja en tren o en avión, para que no se hinchen los pies lo mejor es levantarse cada hora u hora y media y pasear un poco por el pasillo y hacer movimientos con las piernas; si el viaje se realiza en coche, lo óptimo es hacer paradas cada dos horas para poder pasear un poco y estirar las piernas.

Además de todo esto, más relacionado con los hábitos de salud, es más que recomendable evitar la obesidad, que afecta directamente a la circulación.