Hay fechas que, por circunstancias, no son nada fáciles de llevar, más aún cuando estamos pasando un duelo reciente: navidades, cumpleaños, aniversarios, Día del Padre... O el Día de la Madre que celebramos hoy domingo, 1 de mayo. Las primeras veces sin esa persona duelen, duelen mucho. Y hay que recomponer a veces, gran parte de nuestra vida.

"Aunque cada proceso de duelo es único y la persona que se ha ido no podrá ser sustituida nunca por nadie, la pérdida de una madre es especialmente dolorosa", afirman las psicólogas Cecilia Martín y Marina García, codirectoras del Instituto de Psicología Psicode, en Madrid, Alicante y Valladolid.

Además, "el duelo puede complicarse si ha sido una muerte repentina o por el contrario si la persona llevaba tiempo enferma y a sus hijos les había dado tiempo a asimilar su marcha y a realizar una despedida adecuada".

"La pérdida de un ser querido es una herida que estará siempre, pero que sana o duele menos a medida que asimilamos la pérdida. Durante el duelo se pasa por fases diferentes, desde el shock y la negación, al enfado y la tristeza hasta llegar poco a poco a la aceptación", explica Laura Palomares, psicóloga y directora de Avance Psicólogos (Madrid).

"Poco a poco, a medida que avanzamos por estas fases el dolor se suaviza y la pérdida se va asimilando desde un estado de mayor calma. Es importante pasar por estas fases sin juzgarlas. No siempre llevarán un orden lineal y saltarán de una a otra. Por ello, es importante permitirnos sentir y expresar nuestras emociones con personas de confianza, ya que ello nos ayudará a sentirnos mejor", aconseja.

Y efectivamente, "los días señalados o de celebración son especialmente difíciles durante el duelo, sobre todo cuando se señala la importancia del ser querido que ya no está y que los demás celebran. Así es importante, durante este primer año, escuchar nuestras verdaderas necesidades", señala esta profesional. Las primeras veces sin esa persona son complicadas: la primera navidad sin, el primer cumpleaños sin... Por ello este primer año suele ser especialmente complicado.

Y puede ocurrir por tanto que en fechas concretas, como la de hoy, "necesitemos estar a solas o bien pasarlo con la familia y en compañía. Y cualquiera de las dos formas de sobrellevarlo está bien, siempre y cuando sintamos que respetamos esa necesidad. En ocasiones la presión social apremia para hacer una vida social lo antes posible, y esto no tiene por qué ser lo mejor en todos los casos", añade Palomares. Es clave que respetemos nuestros tiempo y nuestros ritmos, y no siempre serán iguales.

Permítete echarla de menos y llorar su ausencia

En un día cómo hoy, es complicado sentirse bien, porque todo puede que nos recuerde a ella. "Es un día duro de pasar pero no querer sentir esa tristeza es un mal comienzo. Permítete echarla de menos y llorar su ausencia", afirman Martín y García.

También puede ser bueno -añaden ambas expertas- intentar conectar con ella emocionalmente: "Busca una forma de conectarte con ella a modo de ritual significativo que te ayude a sentirla cerca".

Por ejemplo, puedes escuchar canciones que a ella le gustaban; puedes cocinar su plato preferido, intentando copiar una de sus recetas; escríbele unas palabras en una carta en la que le agradezcas todo lo que hizo por ti o donde le cuentes todo lo que la echas de menos. Incluso, también -si lo preferimos- podemos grabar un video.

"Todas estas sugerencias son formas de homenajear a tu madre como crees que se merece en el día de la madre. Seguro que encuentras muchas formas de conectar con ella y sentirla cerca emocionalmente en este día tan especial", aseguran.

Una de las claves más importantes para que el dolor salga y podamos ir poco transitando todas las fases del duelo es hablar de ella, llorar si hace falta, compartir con nuestros seres queridos o con la gente de confianza los recuerdos más queridos.

"Hablar del ser querido en los momentos que lo necesitemos, siempre es bueno, ya que ayuda a asimilar la pérdida. Disimular el dolor o no hablar de ello, cómo si nada hubiera pasado, puede detenernos en alguna de las fases -descritas anteriormente- dificultando el duelo", indica Palomares.

También es importante ir poco a poco, "tratando de restablecer rutinas nuevas: es posiblemente uno de los momentos más complicados del duelo porque te recuerda lo que ya no haces con ella. Poco a poco, respetando nuestros tiempos, sin dejarnos llevar por la presión que a veces encontramos en los demás de ponernos bien ya, introduciremos nuevas rutinas y hábitos con mayor serenidad", finaliza la psicóloga.