Psicología
El placer de quedarte un día entero en casa sin "hacer nada": por qué deberías practicar la 'filosofía hygge' de los daneses
Los detalles Es uno de los 'secretos' de la felicidad de los daneses que, junto con los finlandeses, siempre se colocan entre los primeros del mundo, según el World Happiness Report. Dos expertos nos explican los beneficios de este hábito, lo bueno que es 'no hacer nada' durante un día entero.

Dinamarca es la cuna de la filosofía 'hygge', una palabra que podríamos traducir algo así como 'acogedor'. Dicen que esta filosofía es el secreto de los daneses y danesas para ser felices (de los más felices del mundo, según el último Informe Mundial sobre la Felicidad, World Happiness Report, junto a los finlandeses).
Se trataría de estar un día entero en casa, a ser posible un sábado o un domingo, haciendo nada o haciendo sencillamente lo que nos plazca. Lo que los italianos llamarían, en su caso, cultivar la 'Dolce far niente', algo así como la dulzura de no hacer nada o el placer de la propia ociosidad. Algo que, por desgracia, a veces, se nos penaliza.
Porque, ¿por qué también el fin de semana debemos o sentimos la necesidad de ser productivos? ¿Por qué también esa exigencia en nuestro propio ocio? ¿Por qué tenemos siempre que cultivar nuestra mente yendo a millones de exposiciones, a una cata de vinos, a probar el último restaurante asiático..., de lo contrario parece que no estamos 'haciendo nada con nuestra vida'?
¿Por qué no relajarnos un poco en nuestra propia casa y descansar, al menos una vez por semana, nuestra mente? Los beneficios a nivel psicológico son infinitos. "Ese día de no hacer nada, es hacer mucho, porque es necesario si queremos dejar de sentir ansiedad y tener mentes que van a mil por hora", afirma a laSexta Marina Marta García Fuentes, psicóloga y directora del Instituto de Psicología Psicode.
"Cuando nos quedamos en casa, entramos en nuestro lugar seguro, nos alejamos de las exigencias, por tanto nuestro sistema de alarma deja de activarse y trae todos los cambios físicos que conlleva (disminuye frecuencia cardiaca, se sueltan los músculos, disminuyen niveles de cortisol...), entonces podemos sentirnos serenos y calmados", explica, recordando que el problema que tenemos como sociedad es que "cada día es como si tuviéramos que luchar ante algo, y no me refiero solo al contexto laboral, sino también en el deporte o en nuestros planes con amigos.
Esto es, "vivimos en una especie de competición por encontrar el reconocimiento social, la forma de conseguir más bienes materiales, por llegar más lejos, por ser los superhéroes en nuestra profesión, también salvadores de nuestros amigos, familias, mascotas,… y dejamos de enfocarnos en lo más valioso que tenemos, que somos nosotros mismos".
De este modo, y tal como señala por su parte, Fernando Botella, experto en formación y desarrollo de directivos, profesor y CEO de 'Think&Action' y autor del libro 'Esencial', "seguramente no haya nada más natural y sano que pasarse el domingo metido en casa sin hacer nada (nada productivo, entendámonos)".
Por lo que, "pasarse un domingo entero metido en casa no solo no es una pérdida de tiempo, sino que es una terapia de regeneración física y mental que nos ayudará a afrontar la semana entrante con energías renovadas".
Psicológicamente es, además, explica Botella, "un espacio que nos permite situarnos en otro lugar al margen de nuestras rutinas laborales y abre un paréntesis en nuestras responsabilidades del día a día. Nos deja ser libres por unas horas".
Las claves para practicar, sin culpa, la 'filosofía hygge'
Como apunta Botella, es importante tomarse las cosas con calma, y saber que cada cosa tiene su tiempo y su lugar: "Si ya hemos tenido una semana productiva y hasta arriba de trabajo, no necesitamos prolongar esa agenda frenética de actividades también el fin de semana", afirma el experto, ofreciéndonos a continuación estos pequeños consejos:
- Piensa en qué te gustaría hacer si no tuvieras que trabajar (cocinar, jugar a videojuegos con tu hijo, ver películas con palomitas, echar la siesta… lo que sea) y asegúrate de reservarte el domingo para hacerlo.
- No actúes como jefe de ti mismo. Piensa que nadie está mirando y permítete un poco de simple y gozosa holgazanería
- Abúrrete. Sí, permite el lujo de aburrirte un rato, que no te de miedo estar ocioso. Porque el aburrimiento es el germen de la mejor creatividad. También en los niños y niñas.