Una de las tradiciones más arraigadas de nuestro tiempo es la de ducharnos todos los días, porque antes no era común hacerlo. Sin embargo, en la hora de la ducha (para muchos, unos de los momentos más relajantes del día, sea por la mañana o por la noche) cometemos, sin querer, algunos errores que pueden estropear nuestra piel.
Es importante mantener nuestra piel sana ya que es el órgano más grande del cuerpo y la capa protectora del organismo. Por ello, es clave, aunque a veces no le prestemos demasiada atención, mantenerla limpia y sobre todo hidratada, más aún en los meses de altas temperaturas.
Así y según explica a laSexta.com el Dr. Gerardo Martín, jefe de servicio de Dermatología del Hospital Universitario Sanitas Virgen del Mar (Madrid) estos serían los 4 errores o cosas que no hacemos del todo bien cuando nos estamos duchando.
1. Usar agua demasiado caliente
Es sin duda uno de los errores más frecuentes, sobre todo en los meses de bajas temperaturas. Porque "ducharse con agua muy caliente puede eliminar de manera excesiva el sebo producido naturalmente por la piel, que tiene una función de hidratación y protección", explica el experto.
2. Usar demasiado jabón o gel de ducha
Al igual que el agua caliente, usar mucho gel o jabón, "acelera la eliminación del componente graso de la piel, el cual tiene un efecto protector e hidratante, llevando a una piel seca y secundariamente irritada".
3. Frotar la piel con demasiada fuerza
Según explica el dermatólogo, esto puede causar irritación y enrojecimiento, con las esponjas o estropajos puede aun ser más exacerbado.
4. No hidratar la piel después de la ducha
Y sin duda, es otro de los clásicos más frecuentes que cometemos. Y es fundamental hacerlo, tanto en mujeres como en hombres, ya que si no se hidrata la piel puede hacer que se seque y se irrite.
Consejos para ducharte bien (cuidando la piel)
Por tanto, cuando nos damos una ducha, es importante realizar pequeños gestos que hagan mantener nuestra piel sana. Algunos de los ejemplos que nos expone el doctor Martín son los siguientes:
- Usa agua tibia o fría: el agua demasiado caliente puede deshidratar la piel.
- No estés en la ducha demasiado tiempo: con 5-10 minutos son suficientes.
- Elige un gel de ducha suave y con poco perfume.
- Si tienes piel seca elige un gel tipo syndet, para pieles atópicas, que tienen menos cantidad de tensoactivos y secan menos la piel.
- El uso de una crema hidratante después de la ducha se recomienda siempre, en hombres y en mujeres: ayuda a hidratar y mantener la piel más saludable.
Y por último, otra de las preguntas que podemos hacernos es ¿Cuándo es mejor o más recomendable ducharse: por la mañana o por la noche? ¿Tiene más beneficios para nuestra piel hacerlo a una hora determinada?
"Ducharse por la mañana o por la noche se podría elegir según las condiciones de cada persona. Si la persona en su trabajo o en el día a día está expuesto a mucha suciedad, lo recomendable es ducharse en la noche", explica. Por otro lado, "una ducha en la noche con agua tibia ayuda a relajarnos y a disminuir la temperatura corporal, mejorando así la calidad del sueño", añade el dermatólogo.
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Mientras que, por otro lado, en el caso de ducharnos por la mañana, también tendría beneficios ya que "una ducha la primera hora a la mañana ayuda a activarse y ponerse alerta. También ayuda a prevenir la aparición de mal olor, ya que elimina gran cantidad de bacterias que son las responsables del olor a través de la fermentación del sudor en las axilas", concluye el doctor Martín.