¿Duermes con tu pareja o por el contrario, ronca tanto que habéis preferido dormir en habitaciones separadas? ¿Eres más vespertino (buho) o más matutino (alondra)? Esto es, ¿te acuestas más tarde y te levantas tarde o eres de los que le gusta madrugar? Todo esto, aunque no lo creas, puede influir a la hora de encontrar pareja y/o en la salud de la propia pareja.

Por ello, tanto si tienes pareja como si no, esto que dicen los neurólogos, con motivo del Día de San Valentín, que se celebra mañana 14 de febrero, te interesa. La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha realizado una revisión de las últimas evidencias científicas sobre la importancia del sueño en las relaciones de pareja y las conclusiones parecen claras.

El sueño es un pilar fundamental para nuestra salud, junto con la alimentación y el ejercicio físico y además, un estado en el que pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida: si, casi el 30% de nuestra vida lo pasamos durmiendo.

Además, en nuestra sociedad es habitual dormir en pareja -compartiendo intimidad, zona de descanso y horarios de sueño- y el sueño puede condicionar nuestra pareja y, del mismo modo, nuestra pareja puede influir en nuestro sueño.

"Se han encontrado diversas evidencias científicas de que el cronotipo, o lo que es lo mismo, la inclinación biológica a dormir en unos horarios y estar despierto y alerta en otros, puede determinar encontrar pareja", explica la Dra. Ana Fernández Arcos, coordinadora del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de SEN.

Se han encontrado diversas evidencias científicas de que el cronotipo, o lo que es lo mismo, la inclinación biológica a dormir en unos horarios y estar despierto y alerta en otros, puede determinar encontrar pareja

Dra. Ana Fernández Arcos, neuróloga

De este modo y según las investigaciones, "dos personas con cronotipos extremadamente opuestos, que son muy matutinas o vespertinas difícilmente convergirán debido a la escasa coincidencia en su tiempo libre en lugares comunes", añade la experta.

También se ha visto que "en las parejas con preferencias horarias distintas puede haber dificultades en la convivencia por querer adaptarse, siendo complicado si uno de ellos debe forzar los horarios de sueño afectando al descanso. Y, en esos casos, pueden darse problemas de sueño y de funcionamiento de la pareja".

Mientras que, por el contrario, "se encuentran y son más afines las parejas con un cronotipo similar debido a que será más fácil que tengan intereses y aficiones comunes", aclara la neuróloga.

Dormir en pareja ¿sí o no?

Por otro lado, mucho se ha hablado de si es mejor dormir o no en pareja: si hay mayor calidad de sueño, si mejora o no la relación de pareja... Según explican desde la SEN, algunos estudios han observado una mejor calidad de sueño cuando las personas duermen juntas, principalmente en jóvenes.

Y el motivo que dan es que "a pesar de que puedan darse más despertares, con un tiempo total de sueño menor, se ha detectado un beneficio para la arquitectura de sueño, con incremento alrededor del 10% en la duración de la fase de sueño REM".

Una mejor calidad de sueño cuando las personas duermen juntas, principalmente en jóvenes. Porque a pesar de que puedan darse más despertares, con un tiempo total de sueño menor, se ha detectado un beneficio para la arquitectura de sueño

Sociedad Española de Neurología

Además de esto, "dormir en pareja también parece favorecer el vínculo, la intimidad y el sentido de seguridad y protección e implica hábitos y rutinas compartidas, por lo que algunos estudios apuntan a que podría tener un efecto protector en el desarrollo y mantenimiento del insomnio en parejas que mantienen rutinas saludables. Porque del mismo modo que las parejas que cuidan la dieta o se animan a abandonar el tabaquismo, el hecho de que las personas cuiden de su descanso también puede ayudar a que la pareja lo haga", explican los neurólogos de la SEN.

Ahora bien, las parejas que han dormido juntas durante mucho tiempo y deciden ahora, por diferentes motivos, por ejemplo, los ronquidos, separarse de cama o incluso de habitación presentan un cambio importante de su ritual de ir a dormir que puede ser en cierta manera disruptor.

"Es cierto que dormir juntos implica una expectativa social de un comportamiento de pareja o matrimonio considerado adecuado. Pero dormir separados no debería ser indicativo de una pareja rota o desapegada, sino que debe surgir tras tener un diálogo acerca de cómo mejorar de forma individual el sueño y para tener una relación más satisfactorio", tal como explica la Dra. Celia García Malo, del Grupo de Estudio de Trastornos de la Vigilia y Sueño de la SEN.

En todo caso, añade que "aún hay muchas variables a tener en cuenta en cuanto a dormir en pareja. La mayoría de los estudios se han hecho con parejas heterosexuales, por lo que deberían estudiarse las diferencias entre hombres y mujeres y orientación sexual y género".

Sin embargo, lo que sí está ampliamente estudiado es que "cuando un miembro de la pareja sufre un trastorno de sueño, puede complicar el descanso de la otra persona. Por ejemplo, los compañeros de cama de personas con ronquidos o apneas obstructivas del sueño pueden presentar dificultades para conciliar el sueño y molestias diurnas como cefalea o somnolencia.

"Se ha observado que el hecho de estar en una relación y que la pareja le apoye puede ser un punto clave para aceptar que se sufre algún tipo de trastorno del sueño y, estos pacientes, suelen adaptarse mejor al tratamiento. Por lo tanto, los compañeros de cama pueden ser fundamentales en la identificación de los trastornos de sueño no percibidos por el propio paciente, de la misma forma en la que también están relacionados con el éxito del tratamiento, ya que de él también dependerá su propio descanso", concluye la doctora.