Desde que aparecieron las app de salud en el móvil, las pulseras de actividad y todos aquellos aparatos o aplicaciones que miden nuestros pasos y rendimiento, todo ha cambiado cuando hacemos ejercicio físico. Parece que estamos algo así como ‘obsesionados’ con los pasos, mejor dicho con los famosos 10.000 pasos. ¿Pero vale como ejercicio físico? ¿Vale para adelgazar?
Es cierto que estamos cada vez más preocupados por nuestra salud, sobre todo tras el comienzo de la pandemia. Según los datos del ‘IV Barómetro sobre el Autocuidado de la población española’, de PIC Solution, sostienen que para los ciudadanos españoles una alimentación e hidratación adecuada (82%), actividad física regular (81,7%) o la higiene (81,2%) son, por este orden, las tres claves para auto cuidarnos.
Tener un dato nos gusta, nos motiva
Contar pasos y medir así nuestra actividad física se ha convertido casi en una rutina diaria: queremos llegar a casa y ver en nuestra aplicación móvil que hemos alcanzado esa meta de los 10.000 pasos. Y es que como decía la Dra. Amelia Carro, directora del centro Instituto Corvilud (Candás, Asturias), "no siempre debemos hacer caso al móvil, porque no registra todo lo que hacemos".
Lo que registramos con el móvil nos da un feedback, un resultado sobre el esfuerzo que hemos hecho al día
Pero lo cierto es que “los datos siempre motivan. Es una forma de poder medir nuestro rendimiento y si mides el rendimiento, también podremos saber si nos estamos superando o no. Lo que registramos con el móvil nos da un feedback, una información inmediata, un resultado sobre el esfuerzo que estamos haciendo o que hemos hecho a lo largo del día”, afirma a laSexta Patricia Ramirez Loeffer, psicóloga especialista en psicología clínica y de la salud, escritora, conferenciante y divulgadora.
Es algo así como “ver el esfuerzo recompensado y tener un dato, un número que nos permite incluso compararnos con nosotros mismos, con nuestro esfuerzo”. Y por eso es que nos puede gustar ver registrado ese número en móvil y prefiramos realizar ejercicios físicos como caminar o correr.
Caminar no es pasear...
Caminar se ha convertido en uno de los ejercicios favoritos de la población porque lo puede practicar todo el mundo. El ritmo y la intensidad tiene que estar siempre adaptados a cada persona: a su edad y a sus condiciones físicas.
Pero hay que matizar -y recordar- que caminar no es pasear. Para que caminar sea realmente un ejercicio físico debemos hacerlo a un paso saludable, durante al menos 30 minutos al día y a una cierta intensidad: aquella que nos dificulta mantener una conversación.
Caminar es un ejercicio fácil de practicar, cardiosaludable y tiene beneficios a nivel mental
Es una actividad muy fácil de practicar (no requiere preparación ni siquiera de ninguna indumentaria especial, sólo ropa cómoda) y además es cardiosaludable. Pero tiene beneficios a nivel mental.
“Puede resultar un ejercicio muy reparador. Nos ayuda a conectar con nosotros, podemos meditar mientras caminamos, escuchar música o ponernos al día de algún podcast”, señala Ramírez. Por lo que sería importante “no fijarnos tanto en los datos del móvil ni en el resultado sino en disfrutar del proceso y de la actividad en sí de caminar”.
... ni registrar (sólo) pasos con el móvil
Una cosa es caminar como ejercicio físico y otra cosa diferente es hacer 10.000 pasos, es decir, que el móvil registre que hoy has hecho 10.000 pasos. Porque puede que hagamos ese número de pasos paseando sin más, hablando por teléfono o incluso, simplemente cuando nos levantamos de la silla del trabajo al servicio.
“Y eso está bien, que registremos al día 10.000 pasos, es algo así como un un mínimo de movimiento que deberíamos tener al día, es decir, la actividad física que deberíamos hacer a diario”, sostiene Paloma Quintana, dietista-nutricionista, especializada en composición corporal y nutrición deportiva y CEO del centro Nutrición con Q®. Pero eso no sería ejercicio físico ni deporte.
Hay que distinguir entre actividad física, ejercicio físico y deporte. No es lo mismo
Con ello, debemos explicar -puntualiza la experta- que existen tres tipos de movimiento: actividad física, aquel movimiento que no está planificado; ejercicio físico, que es aquel movimiento que sí está planificado y que implica un esfuerzo y por último, deporte, que es movimiento con reglas.
Por ello, el que hagamos 10.000 pasos diario sería actividad física, mientras que si caminamos de forma planificada a un ritmo saludable y con cierta intensidad -como explicado antes- sí sería un ejercicio físico, es decir, sí puntuará como ejercicio físico.
Así, debemos aclarar que “aquellas personas que están como ‘obsesionados’ o empeñadas con hacer ese número de pasos, está muy bien, pero el problema es pensar que porque su móvil registre 10.000 pasos ya hemos hecho deporte o ejercicio físico. Porque se suele hacer algo así como un check mental de ‘deporte hecho’ o ‘ejercicio realizado’. Y esto no es deporte ni ejercicio físico sino movimiento, movimiento esencial y fundamental para estar activos”, recuerda Quintana.
No sólo vale con caminar si queremos perder peso
Caminar como ejercicio físico está muy bien, pero deberíamos acompañarlo de un ejercicio de fuerza. “Si queremos ganar masa muscular y hacer un ejercicio físico que nos reporte salud y que además nos permita adelgazar es importante realizar dos tipos de ejercicios: un ejercicio aeróbico y un ejercicio de fuerza”, explica Quintana.
Para adelgazar, es necesario practicar ejercicios aeróbicos combinado con ejercicios de fuerza
Lo ideal sería hacer una combinación de ambos unos 5 días a la semana y si no alternar entre ambos: por ejemplo, 3 días ejercicio aeróbico y 2 ejercicio de fuerza o viceversa. “Pero todo dependerá del objetivo de cada persona”, aclara.
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Por otro lado, no debemos olvidarnos de la alimentación. “Si queremos perder grasa y adelgazar, no vale solo con hacer ejercicio, es importante además planificar una alimentación sana; una alimentación que sea nutritiva, saludable, saciante y sobre todo que podamos mantener en el tiempo”, concluye Quintana.