Echarse una siesta corta de no más de 30 minutos, y dormir por la noche de seis a ocho horasreduce el riesgo de desarrollar fibrilación auricular (FA), el tipo más frecuente de arritmia cardíaca, tal como ha mostrado un estudio presentado en el Congreso de la Salud Cardiovascular (SEC) que organiza la Sociedad Española de Cardiología (SEC), en la cuidad de Málaga.

Una arritmia -tal como explicaba la FEC a laSexta.com en el artículoQué son las arritmias y cómo prevenirlas: estos son los consejos de los expertos- es una falta de ritmo del corazón, bien porque vaya demasiado rápido o demasiado lento.

Y dentro de todas las arritmias que existen, la más frecuente y común en la población es la fibrilación auricular que consiste, en este caso, en que los latidos del corazón van demasiado deprisa. Es fundamenta tratarla pues de lo contrario, podría producir embolias o incluso, insuficiencia cardiaca (ocurre en el 30% de los pacientes). También, es clave prevenir las arritmias, al igual que todas las demás enfermedades cardiovasculares.

Para ello, es clave llevar una dieta sana, hacer ejercicio, evitar el tabaco y prevenir y evitar en general, todos los factores de riesgo cardiovasculares (o en el caso de tenerlos, que los tengamos controlados).

Ahora, este estudio, realizado por la Universidad de Navarra junto con el Dr. Jesús Díaz, del Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva (investigador principal del estudio) y el Dr. Gonzalo Barón, del Universitario Virgen del Rocío de Sevilla, viene a confirmar lo que otras investigaciones ya habían anticipado: los efectos positivos en la salud dormir una breve siesta o de echarse siestas cortas.

Para esta investigación, los doctores reclutaron a 20.254 participantes libres de fibrilación auricular, en el inicio del estudio, que fueron seguidos durante una media de 13,6 años, con una retención del 89 %, y clasificados según la duración promedio de la siesta y sueño nocturno.

En concreto, un 29 % señaló no dormir siesta, un 57 % dijo descansar al mediodía un máximo de media hora y un 14 % reconoció hacerlo durante más de 30 minutos. Por otro lado, un 95 % indicó dormir entre 6 y 8 horas al día. Durante el seguimiento de los participantes, se identificaron 131 casos incidentes de fibrilación auricular (la arritmia más frecuente y común).

"Los resultados muestran que los participantes que dormían una siesta de un máximo de 30 minutos al día tuvieron un menor riesgo de sufrir fibrilación auricular en comparación con los que descansaban más al mediodía", explica a EFE el Dr. Jesús Díaz, autor principal del trabajo.

De igual manera, los investigadores observaron que los participantes que tenían un sueño nocturno de entre seis y ocho horas presentaban un menor riesgo de sufrir arritmia respecto a los que descansaban menos por la noche. "Por eso esta posible interacción entre ambas variables sugiere la importancia de promover un buen descanso nocturno y una breve siesta para disminuir el riesgo de fibrilación auricular".

Hasta ahora -explica el experto- se sabía por estudios previos que "los patrones de sueño pueden influir en el riesgo de arritmias, pero no se había estudiado específicamente la siesta en el caso de la fibrilación auricular".

De este modo, podemos decir que la conclusión principal de este estudio es que "una siesta corta, de hasta 30 minutos al día, y dormir de seis a ocho horas de noche se asocian significativamente con menor riesgo de desarrollar fibrilación auricular", insiste y concluye el doctor Díaz.