Aunque actualmente es una utopía, hoy estamos un poco más cerca de la detección precoz de la esclerosis múltiple, una enfermedad crónica, autoinmune y neurodegenerativa que padecen en España unas 55.000 personas y cuyos síntomas -que no son iguales en todos los pacientes- merman la capacidad de quienes la sufren. Además, los primeros síntomas de la enfermedad suelen aparecen entre los 20 y 40 años. Los más comunes: problemas de movilidad, de equilibrio y coordinación, fatiga y dolor.

Ahora, un grupo de científicos de la Universidad de California en San Francisco (UCSF) han publicado un estudio en la revista científica 'Nature Medicine', en el que encontrado anticuerpos específicos en la sangre de pacientes años antes de que aparezcan síntomas de esclerosis múltiple.

Después de analizar a más de 10 millones de militares de EE.UU, observaron que este grupo específico de anticuerpos estaba presente en un 10% de las 250 personas que desarrollaron la enfermedad más tarde. Esto es, los anticuerpos estaban presentes en estas personas mucho antes de que la enfermedad apareciera.

Tal como explican los expertos en su informe oficial de la UCSF, "en aproximadamente 1 de cada 10 casos de pacientes con esclerosis múltiple, el cuerpo comienza a producir un conjunto distintivo de anticuerpos contra sus propias proteínas años antes de que surjan los síntomas. Estos autoanticuerpos parecen unirse tanto a células humanas como a patógenos comunes, lo que posiblemente explique los ataques inmunológicos al cerebro y la médula espinal que son el sello distintivo de la esclerosis múltiple".

Porque, tal como explica a laSexta.com Dra.Ana Belén Caminero, de la Sociedad Española de Neurología (SEN), la esclerosis múltiple es una enfermedad que se produce cuando el sistema inmunológico ataca por error a la mielina (una capa protectora de las neuronas que, cuando se ve afectada, hace que disminuyan o se detengan los impulsos nerviosos) provocando así los diferentes síntomas de la enfermedad".

Michael Wilson, autor principal de este estudio, asegura en dicho artículo que "un resultado de diagnóstico como este hace que la intervención temprana sea más probable, dando a los pacientes la esperanza de una vida mejor".

Porque cuanto antes se diagnostique la enfermedad más eficaces serán sus tratamientos porque incluso, podremos ralentizar la progresión de la enfermedad. Y porque además, en la actualidad y en los últimos años, cada vez existen más tratamientos farmacológicos eficaces, además de las terapias rehabilitadoras, que son claves en esta enfermedad.

El resultado de más estudios y hallazgos anteriores

Los autores explican que "se cree que las enfermedades autoinmunes como la esclerosis múltiple se deben, en parte, a reacciones inmunitarias poco frecuentes a infecciones comunes. Así en 2014, Wilson unió fuerzas con Joe DeRisi, presidente del Chan Zuckerberg Biohub SF, para desarrollar mejores herramientas para desenmascarar a los "culpables" de las enfermedades autoinmunes.

Utilizaron una técnica en la que los virus se diseñan para mostrar trozos de proteínas como banderas en su superficie, denominada secuenciación por inmunoprecipitación con visualización de fagos (PhIP-Seq), y la optimizaron para detectar autoanticuerpos en la sangre humana. Estos fagos detecta autoanticuerpos contra más de 10.000 proteínas humanas, suficientes para investigar casi cualquier enfermedad autoinmune. Tanto es así que en 2019, lo utilizaron con éxito para descubrir una enfermedad autoinmune rara.

Los científicos pensaron que el sistema de visualización de fagos podría revelar los autoanticuerpos responsables de los ataques inmunitarios de la esclerosis múltiple y crear nuevas oportunidades para comprender y tratar la enfermedad. Es entonces cuando tomaron la muestra de sangre de los más 250 personas con la enfermedad recogida tras su diagnósticos y muestras de sangre tomadas hasta 5 años antes.

Los investigadores también analizaron muestras de sangre comparables de 250 veteranos sanos y entre el gran número de sujetos y el momento anterior y posterior de las muestras, se trataba de "una cohorte fenomenal de individuos para observar cómo se desarrolla este tipo de autoinmunidad a lo largo de la aparición clínica de esta enfermedad", afirma Zamecnik.

Utilizando sólo una milésima de mililitro de sangre de cada punto temporal, los científicos pensaron que observarían un aumento de los autoanticuerpos cuando aparecieran los primeros síntomas de la EM. Sin embargo, descubrieron que el 10% de los pacientes con esclerosis múltiple presentaba una sorprendente abundancia de autoanticuerpos años antes del diagnóstico. Y esta docena de autoanticuerpos seguía un patrón químico similar al de los virus comunes, como el virus de Epstein-Barr (VEB), que infecta a más del 85% de la población y que, sin embargo, ha sido señalado en estudios anteriores como una de las causas de la esclerosis múltiple.

Años antes del diagnóstico, este subconjunto de pacientes con EM presentaba otros signos de guerra inmunológica en el cerebro. El doctor Ahmed Abdelhak, coautor del artículo e investigador postdoctoral en el laboratorio del doctor Ari Green en la UCSF, descubrió que los pacientes con estos autoanticuerpos presentaban niveles elevados de neurofilamentos ligeros (Nfl), una proteína que se libera cuando las neuronas se descomponen.

Por último y para confirmar sus hallazgos, el equipo analizó muestras de sangre de pacientes del estudio y todos estos pacientes presentaban síntomas neurológicos y a muchos de ellos, aunque no a todos, se les diagnosticó la enfermedad. El 10% de los pacientes del estudio diagnosticados presentaban el mismo patrón de autoanticuerpos: el patrón era 100% predictivo de un diagnóstico de esclerosis multiple.

"El diagnóstico de la esclerosis no siempre es sencillo, porque no disponemos de biomarcadores específicos de la enfermedad. Nos entusiasma disponer de cualquier cosa que pueda dar más certeza diagnóstica antes, para tener una discusión concreta sobre si se debe iniciar el tratamiento para cada paciente", sostiene el autor.