El retinol es sin duda uno de los activos más comunes en las rutinas de 'skinkare' o cuidado de la piel, sin embargo, es importante usarlo en dosis y concentraciones adecuadas. Tal como explicaba Boticaria García, el retinol es un derivado de la vitamina A que entra en las capas más profundas de la piel porque es muy ligero, lo que le hace "imbatible", ya que además, se trata de un producto "multitasking" por sus múltiples beneficios.

Algunos de ellos son: mejorar el aspecto de la capa exterior de la piel, ayudar a que se renueven las células, ayuda a la prevención de arrugas, reduce las manchas de edad" y "disminuye la secreción de grasa en la piel". Además, inhibe la degradación del colágeno y favorece su regeneración, por lo que es una molécula que da respuesta a muchas de las alteraciones de las pieles maduras.

Recientemente, la Unión Europea estableció unos límites para usar este compuesto en sus dosis adecuadas. Así el pasado 3 de abril, se aprobó un reglamento que restringe el uso del retinol a 0,3% en las lociones faciales y del 0,05% en las corporales, una proporción que, a día de hoy, sobrepasan muchos de los productos que compramos. Según este organismo, el 5% de la población está expuesta a niveles altos de vitamina A, especialmente a través de alimentos y de suplementos orales.

Así, y según la nueva normativa, partir del 1 de noviembre de 2025 ya no se podrán introducir en el mercado cosméticos con concentraciones superiores a las indicadas, y a partir del 1 de mayo de 2027 no se podrán comercializar estos productos.

El Grupo Español de Dermatología Estética y Terapéutica (GEDET) de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) explica el por qué de esta nueva normativa y es que "el uso del retinol, especialmente a altas concentraciones, debe estar indicado y controlado por el dermatólogo para evitar efectos adversos y conseguir sus máximos beneficios".

¿Qué peligros puede tener el retinol?

Tal como explican los dermatólogos Miguel Sánchez Viera y Sara Gómez Armayones, durante los últimos años, el uso del retinol se ha extendido por el auge de las rutinas cosméticas y el cuidado de la piel a través de plataformas como redes sociales, aunque en muchas ocasiones observamos un uso indebido o innecesario, que no está exento de complicaciones.

El uso de altas concentraciones o la indicación inadecuada de este ingrediente puede producir sequedad, irritación, tirantez, picor y descamación, e incluso aparición de eczemas severos o empeoramiento de algunas enfermedades cutáneas de base, como la dermatitis atómica o la rosácea en brote.

¿Puede ser recomendable más porcentaje de retinol de lo que la UE permite?

En ocasiones, los dermatólogos tratamos alteraciones cutáneas que pueden requerir dosis superiores al 0,3% de retinol. "En caso de ser necesario, disponemos de otros ingredientes cosméticos y principios activos farmacológicos que pueden obtener efectos similares a las dosis elevadas de retinol que usamos actualmente, pero que deberán ser prescritos y controlados por el dermatólogo".

El retinol es, finalizan los expertos, "el ingrediente activo anti-edad más potente y para que pueda seguir utilizándose de manera eficaz y segura, la Unión Europea ha decidido regularlo. Es decir, la intención no es vetar esta molécula, sino controlar su presencia en los cosméticos. El dermatólogo será quien indique qué fórmula y qué concentración será la adecuada para cada paciente, en función de su tipo de piel y/o problema cutáneo".