A escasos días de que se celebren las elecciones gallegas, volvemos a ver en los medios de comunicación mil encuestas y sondeos electoralesque, en este caso dan una victoria clara al PP pero con duda de si conseguirá o no sacar la mayoría absoluta de los años anteriores; si no lo hace, es posible que haya un cambio de ciclo político en Galicia con BNG y PSOE al frente.

Como siempre, las expectativas juegan un papel clave. No solo en política sino también y en general, en nuestra vida. Pero ya sabemos que, a veces las encuestas (y las expectativas que generan esas encuestas) las carga el diablo; y si no que se lo digan al mismísimo PP. En las últimas elecciones generales, las del 23-J, todo parecía decidido y las encuestas daban por hecho la victoria de los populares. Fallaron estrepitosamente y los resultados fueron favorables para Pedro Sánchez, haciendo que la izquierda consiguieron la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar.

Y es que, como afirma a laSexta.com Benlly Hidalgo, profesor, consultor digital y experto en marketing político, "una dependencia exclusiva de las encuestas puede ser fatal para cualquier campaña política". Hablamos con él para que nos explique el poder real que tienen las encuestas y cómo influyen no solo en los votantes sino también en la respuesta que tengan en la campaña cada uno de los candidatos y candidatas de unas elecciones. Y para saber más, en general, sobre cómo la psicología influye en la política.

Porque precisamente lo que hagan y cómo se comporten ante estos sondeos en la campaña electoral es lo que puede decidir el voto y, por ende, el resultado electoral. Son muchos muchos los factores que entran en juego y una de las claves es el comportamiento que se tenga ante esas encuestas o sondeos políticos.

El poder de las encuestas y el 'Efecto Banda o arrastre'

"El poder de las encuestas en la política es innegablemente amplio y profundo. No sólo muestran lo que la gente piensa, sino también lo que tienen que decir sobre las opiniones y creencias del público en general", explica Hidalgo. Y una de las consecuencias de esto es el llamado "efecto Banda o Arrastre", que ocurre cuando una buena puntuación en esas encuestas atrae a los indecisos, que ven en ese candidato ganador una fuerza motivadora mayor.

Es por ello que en este sentido, "las encuestas pueden solidificar la percepción de que un candidato en particular podría estar en mejores condiciones de alcanzar sus objetivos políticos", explica el experto. Sin embargo, es importante la respuesta que tengan los candidatos/as ante los resultados de estas encuestas.

Por ejemplo, tal como señala Hidalgo, en las anteriores elecciones generales del 23-J, el PSOE, consciente del posible 'Efecto Banda' que favorecía al PP al estar al frente de las encuestas, "optaron por apelar al miedo para demostrar la posibilidad de un gobierno de coalición entre el PP y Vox; una maniobra tenía como objetivo movilizar a sus electores y a algunos electores indecisos que fueron advertidos sobre este cambio, ilustrando riesgos de cambio político como temas electorales".

Y precisamente este método -añade el profesor- muestra cómo los partidos utilizan tácticas psicológicas en respuesta a las encuestas, persuadiendo emociones y percepciones con miras a moldear los resultados electorales. Y es que en la actualidad, "el factor clave para que una campaña sea exitosa está en su capacidad de generar una conexión emocional y llegar a lo más profundo de las emociones del electorado", afirma. Al fin y al cabo, son las emociones las que mueven casi siempre, todos nuestros comportamientos.

Las encuestas y el 'sesgo de confirmación'

Otro de los sesgos que pueden con los resultados de las encuestas es el sesgo de confirmación que viene a relacionarse con aquello de confundir deseo con realidad y es que los políticos pueden confundir el deseo con la realidad debido precisamente a este fenómeno.

Tal como explica Hidalgo, "en el ámbito del marketing y la psicología política, este sesgo (sesgo de confirmación) se manifiesta cuando los políticos interpretan la información de manera que refuerza sus creencias previas o deseos".

Por ejemplo, pueden dar más importancia a las encuestas que les son favorables y descartar aquellas que no lo son, creando una percepción distorsionada de su popularidad o posibilidades electorales.

"Y esta tendencia a favorecer la información que confirma sus expectativas puede llevar a decisiones estratégicas equivocadas en sus campañas, afectando su verdadera conexión con el electorado. Es esencial para los políticos analizar objetivamente todas las fuentes de información y mantenerse abiertos a diversas perspectivas para evitar estas distorsiones", explica el experto en marketing.

Para tener éxito político, hay que actuar ante las encuestas

Independientemente del resultado, es importante actuar. "Para tener éxito, los/as políticos/as deberían estudiar y analizar los datos proporcionados por las encuestas y adaptar sus estrategias políticashasta el día de las elecciones. Siempre se debe recordar que la capacidad de responder a las estrategias de los oponentes y adaptarse a las preferencias cambiantes de los votantes es crucial".

Y de nuevo, volvemos a las elecciones del 23-J, en este caso focalizándonos en Vox y recordando que "estos estudios o encuestas no son más que un espejo de la actualidad y tienen sus limitaciones, mostrando sólo un aspecto de la realidad".

De este modo, "en las elecciones pasadas, contrariamente a la opinión generalizada, el PSOE consiguió modificar su plan y conectar con la ciudadanía en los últimos días de las elecciones. Como resultado, lograron un desempeño superior al previsto por las encuestas preelectorales. Mientras tanto, Vox se consideraba victorioso en las encuestas preelectorales y daba muestras de complacencia al no alterar su rumbo. La ausencia de cambios en su estrategia, combinada con una alta participación de los izquierdistas, los obligó a terminar con resultados peores de los que habían previsto", detalla Hidalgo.

Es por ello que las encuestas y sondeos son una fuente útil pero no deberían ser el final del proceso de toma de decisiones: "La capacidad de ajustar las tácticas a las de los rivales, los votantes que han cambiado y escudriñar minuciosamente las encuestas es lo que se necesita para ganar las elecciones", concluye.