¿Es saludable comer insectos? La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés) lanzó en 2013 un informe que ponía en valor los beneficios nutricionales del consumo de insectos o de los insectos comestibles, también —y sobre todo— por sus ventajas a nivel ambiental.

Algunos insectos (existen más de 1.900 especies de insectos comestibles), según vienen avisando los expertos desde hace algunos años, podrían ser una buena alternativa a la carne. Por un lado, por la calidad de su proteína. Por otro, por las grandes ventajas que tiene el consumo de insectos en cuestión de sostenibilidad. Pero, como es lógico, no todos los insectos son comestibles. No todos valen.

Chicote analiza el mundo de los insectos

En el octavo programa de la cuarta temporada de ¿Te lo vas comer?, Alberto Chicote descubre que existe un mercado ilícito de estos productos, en el que se venden insectos sin autorización para consumo humano.

→ Puedes volver a ver los mejores momentos de 'Insectos', en ¿Te lo vas a comer?

En concreto, en Europa y en España, según la regulación europea de 2018, sobre la Ley de Nuevos Alimentos, desde el 1 de enero de 2018 se pueden comercializar insectos para el consumo humano, pero sólo existen ocho especies procedentes de cinco países (además de los de la UE) que están permitidas para consumo humano. Entre estas, ciertas especies de grillos, un tipo de escarabajo, langostas, abejas o moscas.

De forma más exacta, las ocho especies que pueden consumir los humanos en Europa son las siguientes:

  • acheta domesticus - grillo doméstico
  • tenebrio molitor - gusano de la harina
  • locusta migratoria - langosta migratoria
  • gryllodes sigillatus - grillo rayado
  • schistocerca gregaria - langosta del desierto
  • alphitobius diaperinus - escarabajo negro
  • apis mellifera - abeja europea
  • hermetia illucens - mosca soldado negra

Beneficios nutricionales de los insectos

"En algunos países como China, Japón, México —y otros países de Sudamérica— existe una gran oferta gastronómica del consumo de insectos, no tanto en España y en Europa. Realmente, en nuestro país el consumo es muy anecdótico y se conoce desde hace muy poco tiempo", afirma a laSexta.com la dietista-nutricionista, miembro y colegiada del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de la Comunidad de Madrid (CODINMA) Érika Maestro, especialista en lipedema, patología digestiva, alergias e intolerancias.

Poco a poco eso sí, se van conociendo más, especialmente de la mano de algunos restaurantes como el conocido mexicano estrella Michelin Punto MX (Madrid), cuyo dueño, Roberto Ruiz, fue entrevistado por Alberto Chicote para contarle todo acerca de esta curiosa oferta gastronómica.

Los insectos comestibles han sido valorados por la FAO sobre todo por sus beneficios a nivel ambiental, pero también por sus propiedades nutricionales: principalmente, por su gran contenido en proteínas y por la calidad de éstas.

De este modo, y a nivel nutricional, explica Maestro, algunos insectos comestibles tienen importante valor en grasas poliinsaturadas (consideradas como grasas sanas), por lo que tienen un perfil lipídico saludable, y sobre todo en alto contenido en proteínas de alta calidad o lo que es lo mismo, proteínas de alto valor biológico.

Algunos insectos comestibles son ricos en grasas poliinsaturadas (consideradas como grasas saludables), en proteínas de alto valor biológico y en vitaminas y minerales

Erika Maestro, nutricionista

Es decir, según detalla Maestro, "son proteínas completas a las que no les falta ningún aminoácido". Por lo que "podría ser perfectamente una alternativa o un sustitutivo sostenible la carne". Algunos ejemplos de este alto contenido en carne lo encontramos en algunas grandes larvas que pueden contener hasta 58 gramos de proteínas con todos sus aminoácidos esenciales (por cada 100 gramos de alimento). Supera con creces a cualquier filete", afirma.

Otro ejemplo, añade esta experta, "lo podemos ver en la tabla nutricional publicada en este artículo de la plataforma Dialnet, donde observamos como una hamburguesa contiene 21 gramos de proteína por cada 100 gramos de alimento, mientras que las moscas comunes tienen 63 gramos y las langostas desde 42-76 gramos)". En la fotografía que tenemos debajo podemos observar otra tabla diferencial.

Radiografía de los insectos

Por otro lado, estos insectos comestibles tienen también —añade Maestro— un perfil importante de vitaminas y minerales. Destaca principalmente su contenido en potasio, calcio, zinc, magnesio y vitamina A, C y D.

"Los insectos comestibles se consumen siempre cocinados: asados, fritos o hervidos. Por ejemplo, en México se suele además preparar con ajo y chile. Otras opciones pueden cocinarse con chocolate, con salsas de menta o canela", aconseja. Realmente las opciones son muchas y muy variadas. "El futuro de esta oferta gastronómica consistirá, y seguramente será así la forma de inclusión en muchos países de nuestro entorno, en producir harinas y productos procesados a partir de la proteína del insecto, no consumir solo el insecto en sí", finaliza esta experta.