El colesterol es uno de los principales factores de riesgo para tener o desarrollar una enfermedad cardiovascular que a día de hoy, son la primera causa de muerte en España(con el 30% de los fallecimientos totales).

Pero reducir el colesterol puede ser más sencillo de lo que parece. Solo hace falta llevar una serie de hábitos saludables y en otros casos además, complementarlo con medicación, prescrita por un profesional. No lo descuidemos ni en verano ni en vacaciones.

“Se calcula que aproximadamente, la mitad de la población tiene niveles de colesterol por encima de lo recomendado; dentro de este grupo se encuentran las personas que lo tienen desde un poco alto hasta muy alto”, afirma a la Sexta Leopoldo Pérez de Isla, cardiólogo especialista en hipercolesterolemia y portavoz de la Fundación Española del Corazón (FEC).

Es clave tener unos niveles adecuados de colesterol, dentro de los niveles recomendados, ya que el colesterol alto es uno de los causantes del envejecimiento de nuestras arterias. “Hay una serie de factores como es el colesterol que hace envejecer nuestras arterias más rápido de lo normal. Por lo que cuanto más alto lo tenga, peor para mis arterias, y peor también, cuanto más tiempo lo tenga alto”, explica el experto.

El colesterol alto es uno de los causantes del envejecimiento de las arterias; y peor, cuanto más alto se tenga

Leopoldo Pérez, cardiólogo.

Según expone la FEC, unos niveles normales de colesterol (colesterol total) son aquellos que expresan menos de 200 mg/dl; mientras se considera que un nivel normal-alto de colesterol es tener entre 200 y 240 mg/dl; y los niveles altos estarían por encima de 240 mg/dl.“Está demostrado que las personas con niveles de colesterol en sangre de 240 tienen el doble de riesgo de sufrir un infarto de miocardio que aquellas con cifras de 200”, escribe la FEC.

Dieta sana, sin prohibiciones, y ejercicio

Llevar una dieta sana es clave no solo para las personas que tienen el colesterol ato sino para todo el mundo, aunque es cierto que las personas que tengan niveles altos de colesterol deben de cuidar más aún su dieta. La mejor dieta es aquella que más se acerca a nuestra dieta mediterránea. Y además, "cuanto peor están nuestras arterias, más estrictos debemos ser con esa dieta y con nuestro cuidado. No es lo mismo una persona que no ha tenido nunca un problema cardiovascular que aquella que haya tenido ya un infarto", explica.

Sin embargo, todo empieza desde cero, desde que somos niños (o padres, en ese caso). "Lo principal es educar a los que tenemos a nuestro alrededor, desde que son pequeños, a llevar una dieta saludable: es muy importante mentalizarnos desde que somos unos críos de que la dieta es fundamental para vivir más años y con mayor calidad de vida", afirma el experto.

En segundo lugar, otra de las premisas claves a tener en cuenta es "comer aquello que pueda cocinar tu abuela". Y esta frase -añade Pérez- engloba muchas cosas. Una de ellas, la importancia de consumir productos frescos y de temporada, incluyendo huevos. "Si tenemos el colesterol alto, podemos tomar 2-3 a la semana. Es una fuente de proteína de alto valor biológico y podemos incluirla perfectamente en nuestra dieta", asegura el doctor. Es un mito que se pueda tomar nada de huevos.

Si tenemos el colesterol alto, tenemos que llevar una dieta sana y podemos comer huevos: 2-3 a la semana

Y otra, el intentar reducir lo más posible aquellos productos procesados que contengan mucha sal y muchas grasas y sobre todo los alimentos o productos ultraprocesados. No se trata de evitarlos pero sí de consumirlos de forma más ocasional. Así como las grasas saturadas presentes por ejemplo, en las carne rojas, carnes procesadas y embutidos: mejor consumir de forma ocasional. Esto es, se trata de no consumirlo de forma regular sino de forma ocasional y, cuando lo hagamos, cuando lo comamos, disfrutarlo", dice el experto.

Por último, es fundamental que junto con el hábito de una dieta sana, hagamos ejercicio físico a diario o de forma regular. Así, explica la FEC, "haciendo un programa de ejercicio aeróbico (caminar, carrera suave, ciclismo, natación…), a intensidad moderada (65-70 por ciento de frecuencia cardiaca máxima) y desarrollado de manera regular (tres a cinco sesiones por semana), aumenta el HDL (colesterol bueno) y reduce el LDL (colesterol malo) y los niveles de triglicéridos".