Llegan las navidades y la gastronomía y los excesos son protagonistas. Pero pese a todo, comer sano es posible. Sí, también cuando salimos fuera de casa y comemos o cenamos de restaurante. Nada tiene porqué estar reñido. Es importante, también en esto, derribar ciertos mitos que pueden confundirnos.

Así, es importante tener claro que sí, que "es posible comer sano fuera de casa. Aunque forma parte de nuestra cultura celebrar en torno a la comida, el placer del comer no está reñido con cuidarse", afirma a laSexta.com Beatriz González Aguilera, especialista en endocrinología y nutrición del Hospital Universitario Virgen de la Macarena y del Hospital QuirónSalud Sagrado Corazón (ambos en Sevilla).

Y es que "el disfrute de comer y festejar no significa abandonarse; este pensamiento dicotómico debemos desterrarlo si queremos llevar una vida saludable y mantener una relación sana con la comida sin caer en frustraciones ni en pensamientos obsesivos", añade la experta.

Una de las claves que debemos tener en cuenta en estas fiestas es la moderación. La moderación con sentido común. Esto es, "no tenemos que pensar que tenemos tres semanas de excesos que ya compensaremos en enero, sino reducir los días de excesos a 4 o 5 días que fijemos en el calendario y en que sabemos que vamos a extralimitarnos un poco más de lo habitual".

Además, incluso en esos días en que sabemos que vamos a hacer ciertos excesos, "es posible aplicar la moderación y elegir con criterio, comiendo fuera de casa, en restaurantes, dentro de las múltiples opciones gastronómicas que existen".

Consejos para comer sano en un restaurante

1. Moderar las bebidas alcohólicas

Es una de las cosas que más engorda y que más calorías -y además vacías- tiene. El alcohol es sin duda uno de los protagonistas en estas fiestas, pero si queremos no sumar muchas calorías mejor reducir su consumo.

Así, "intercalar bebidas acalóricas con otras como la cerveza o el vino en las comidas y cenas puede ser un aliado para no excedernos esos días (agua, agua con gas, kombucha o refrescos 0%azúcares, por ejemplo)", aconseja González.

2. En los entrantes, limitar las grasas saturadas

Otro de las claves sería limitar en los entrantes, el consumo de grasas saturadas de origen animal tales como embutidos, chacinas, patés, quesos curados … No se trata de no comer sino de limitar ese consumo. En su lugar, podemos optar por "compensarlos con otros alimentos que tengan un perfil de grasas saludables como son los crustáceos o mariscos, un buen cocktail de gambas, un tartar de atún o de salmón , encurtidos o ensaladas que sean de nuestro gusto", aconseja la experta.

Algo que debemos saber es que "preceder nuestro menú de algún entrante vegetal hará que tengamos menos hambre para los platos siguientes que suelen ser los más calóricos y dejar un pequeño hueco para el postre". En la actualidad, en los restaurantes existen una gran variedad de opciones vegetales sin necesidad de recurrir a una ensalada mixta, por ejemplo, alcachofas cocidas con tomate, jengibre y otras especias, ensalada de burrata; pico de gallo con aguacate...

3. Compartir postres y alimentos muy calóricos

Otro de los elementos importante de estas comidas es el postre, sin duda, además uno de los platos más calóricos. Por ello, si queremos no ingerir demasiadas calorías, "lo mejor es compartir los postres", sostiene la experta. Y también, compartir aquello que sea más calórico o probar sólo un bocado y sobre todo, no repetir platos.

Lo importante es, añade González, "reconocer y saber que no existen alimentos prohibidos, aunque hay algunos que hay que tomarlos muy ocasionalmente y con moderación. Por ejemplo, los alimentos con una preparación culinaria poco saludable en forma de fritos, rebozados, empanados o aderezados con excesivas salsas o azúcares libres, los dulces ultraprocesados y las mantecas".

4. Ningún alimento engorda o adelgaza por sí solo

Es importante recordar, tal como sostienen los nutricionistas y expertos en alimentación y nutrición que ningún alimento por sí solo engorda o adelgaza. Que siempre debemos mirar el conjunto total de la alimentación. Que no por comer un día de más, vamos a engordar o adelgazar.

Por ello, es importante seguir en general una dieta sana y equilibrada y tomar de forma ocasional alimentos o caprichos que no sean del todo saludables. Igualmente, como aseguran los especialistas y apuntamos también en este artículo, lo ideal es llevar a cabo la regla del 80-20. Esto es, que el 80% de nuestra dieta sea sana y el 20% restante que sea de libre elección, sin culpas ni remordimientos.