No es ningún secreto que volver de nuevo a la rutina de septiembre y de siempre cuesta a veces un poco. Pero cuesta menos si tienes planes nuevos o cosas que te apetecen mucho hacer. Y si tienes, además, unas cuantas herramientas de ayuda para que la rutina te cueste un poco menos. Más aún si las vacaciones han sido muy buenas. O si el trabajo que tienes no te gusta demasiado.

Y para poder evitar también, en los casos más complicados, el llamado síndrome postvacacional, que no es realmente un síndrome como tal sino una situación que ataca a algunas personas y aparece, normalmente afectando a nuestro estado de ánimo, cuando después de un tiempo no logramos adaptarnos de nuevo a la vuelta.

Para volver con ganas de nuevo al trabajo o mejor dicho a la rutina de siempre (muchas personas han tenido que trabajar durante el verano), al tráfico a llevar a los niños al colegio y a los quehaceres de siempre, es fundamental tener a mano una serie de consejos que pueden ayudarnos a tomarnos mucho mejor esa vuelta y a que nos nos cueste tanto. Por ello, Fernando Botella, experto en recursos humanos y CEO de Think&Action, ofrece a laSexta.com algunas claves.

1. Agradecimiento

Para Botella, esto es sin duda, algo algo clave para empezar de nuevo: "Ser agradecidos con que hemos tenido la suerte de tener vacaciones y de volver al trabajo. De poder disfrutar la vida". Y esto realmente, "lo que va a manejar la capacidad de mantener una actitud proactiva y positiva, especialmente en los primeros días de nuestro vuelta al trabajo y la rutina".

2. Replanificar las rutinas y los hábitos

Es otra de las cuestiones importantes. "Cuestionar las rutinas que tengamos y eliminar aquellos que no nos gusta. Y en su lugar, añadir nuevos y convertirlos en hábitos, en rutinas de acción. Es fundamental generar rutinas, ya sean de lectura, de deporte, de música... porque nos va a ayudar a apagar la tristeza o el sentido de pérdida de haber terminado las vacaciones", explica el experto.

3. Capacidad adaptativa

O saber adaptarnos a nuevos ritmos de trabajo. Esto es, debemos siempre empezar por un ritmo más bajo (no empezar de golpe), sobre todo los primeros días. Así y como aconseja este profesional, "es mejor planificar las tareas más difíciles para más adelante par má adelante, por ejemplo, para cuando hayan pasado ya unos 15 días. Tener la capacidad de adaptar el ritmo de trabajo nos permite seguir teniendo la mente con espacios libres para otros temas que nos interesan y no ir de cabeza a mojarnos ya con todos los proyectos".

4. Revisar nuestro diálogo interior

Aceptar que esto es lo que hay y que tenemos que volver de nuevo a la rutina. Pero ¿cómo nos comunicamos con nosotros mismos y el lenguaje concreto con el que hablamos? "Si hablamos desde la hostilidad y todo lo que tiene que ver con la negatividad asociada a la vuelta lo vamos a llevar peor que si tenemos un lenguaje sencillo y realista. Igualmente es importante revisar nuestro lenguaje con respecto a las vacaciones para evitar la melancolía: "El problema es recordar muchas cosas de las vacaciones desde una perspectiva nostálgica en lugar de con una perspectiva positiva de qué bien me lo he pasado, volveré", explica Botella.

5. Atender de manera importante al sueño y a la alimentación

Y por último y algo muy importante es recuperar dos canales fundamentales del bienestar personal que es el sueño y la alimentación. "Dormir las horas que hay que dormir, descansar bien y recuperar una alimentación saludable ya que después del verano hemos comedido excesos", finaliza Botella.