«Acabas de morir. Nadie lo sabe Emilio, pero tú estás muerto».

Así comienza el 14 de abril de 1931 y el nuevo libro de Paco Cerdà. Emilio Arauzo Honori fue la primera víctima de aquella madrugada. Un encuadernador en paro que se manifestaba en el Paseo de Recoletos, en Madrid, pidiendo la proclamación de la Segunda República. Fue fotografiado moribundo tras recibir un disparo.

"Cuando hay mil y un muertos, todos redondean y dicen que hay mil"

"Ver esa foto del pobre Emilio, casi falleciendo en directo, me llegó al alma. Cuando hay mil y un muertos, todos redondean y dicen que hay mil. Bueno, pues ese uno, ese Emilio, yo creo que solo me tiene a mí, o a ti, o a cualquier periodista o historiador que se fije en esos olvidados de la historia", nos cuenta el escritor en el mismo lugar donde falleció el encuadernador.

Vidas olvidadas

Precisamente con estas historias, Paco Cerdà reconstruye esas 24 horas que cambiaron la historia de España. "Frente al tópico de que llegó sin sangre la Segunda República, hubo algunos muertos anónimos que pagaron con su vida ese cambio. La historia de Cándida la pescadera, que ese día pierde la vida con otras cargas violentas, o un telegrafista que muere tiroteado a la salida de correos", relata emocionado.

"Muchos anónimos pagaron el cambio con su vida"

Olvidados que también hubo en el bando monárquico. Por ejemplo, Paco Concheso, el fiel ayudante de cámara de Alfonso XIII, fue quien ese día hizo las maletas al monarca para escapar. "Imagínate ese día, el Palacio Real de Madrid circundado por una masa que vociferaba, que podía asaltar el palacio en cualquier momento como pasó en Rusia, y Paco Concheso preparando las maletas de su querido rey", cuenta el autor.

Una investigación de dos años

Son vidas reales, que cambiaron para siempre aquel día, y que ahora recoge en este libro: '14 de abril'. Para ello, nos cuenta, ha tenido que recurrir, aparte de a todos los periódicos de la época, a dietarios, memorias, e incluso documentación inédita del Departamento de Estado de Estados Unidos para ver qué estaba haciendo el embajador de americano en Washington.

Dos años de trabajo e investigación que permite, no solo conocer, sino vivir aquel día en el que España amaneció monárquica y se acostó republicana.