Cuando pensamos en esos tirabuzones verbales que pusieron en jaque nuestra capacidad de comprensión es inevitable acordarse de Mariano Rajoy. "Es el vecino el que elige al alcalde y es el alcalde el que quieren que sean los vecinos el alcalde", "La cerámica de Talavera no es cosa menor, dicho de otra manera es cosa mayor", "Por las carreteras tienen que ir coches y de los aeropuertos tienen que salir aviones", o "Todo lo que se ha publicado es falso salvo alguna cosa".

Política

Su espontaneidad creó una categoría en sí misma como cuando Pedro J. Ramírez le preguntó en una entrevista por medidas para crear empleo y su respuesta fue: "Bueno, la verdad es que me ha pasado una cosa verdaderamente notable, que las he escrito aquí y no entiendo mi letra" o ese lapsus de "ETA es una gran nación". Incluso encontramos parafraseados suyos que bien podría haber pronunciado estos días: "Los debates son a dos, cuando hay más gente es un lío". Pero la ‘escuela Rajoy’ tiene precedentes un siglo atrás con frases como "China es un gran país, lleno de chinos" que pronunció el expresidente francés Charles de Gaulle.

"China es un gran país, lleno de chinos"

La política concentra gran parte de esta enciclopedia de la verborrea sagaz. "Los políticos quizá porque son forzados a hablar más tiempo están más predispuestos a meter la pata. Entre la genialidad y la tontería hay un paso muy, muy pequeño" advierte el periodista Fernando Eiras. Lleva tres décadas comprobando que la realidad supera al guion más mordaz y ha compilado en ‘La estupipedia’ (Verbum ensayo, 2023) una gran colección de frases que nos dejaron atónitos. Un ejemplo es el "Franco era bastante socialista" que Esperanza Aguirre afirmó con rotundidad o Ana Botella haciendo campaña contra el matrimonio igualitario en un lenguaje más propio de Barrio Sésamo: "El matrimonio homosexual es como si se suman una manzana y una pera. ¡Nunca pueden dar dos manzanas!".

"Franco era bastante socialista"

Fernando Eiras nos explica que "entonces no había asesores, o al menos tantos como ahora, o no les hacía caso".

También asistimos a una especie de festival del eufemismo cuando Zapatero se refería a la crisis global en términos de "Una desaceleración acelerada de la economía" y cómo olvidar la entrevista en la que Pablo Casado redefinió nuestra monarquía parlamentaria con un dilapidario "A Felipe VI lo votamos los españoles. A Garzón y a Iglesias no".

Dirigentes y 'showmans'

Adentrándonos en ese tupido jardín en el que muchos y muchas oradoras no debieran haberse metido encontramos también a ese mandatario que promovió la política espectáculo con declaraciones como: "Mis ídolos son Jesucristo, Franco y el Che Guevara". Eran los años 90 y nos regalaba discursos televisados únicos, entre risas y mujeres en bikini, metido en un jacuzzi: "Es para coger una ametralladora y fusilarlos" o "A Simeone no pasa nada si lo matan porque es un indio" son de la inconfundible oratoria de Jesús Gil. Apunta Fernando Eiras que "él era así, un hombre a sí mismo y decía brutalidades. Muchas de las cosas que dijo leídas desde ahora son absolutamente estúpidas" e impensables.

"Mis ídolos son Jesucristo, Franco y el Che Guevara"

Salvando las distancias, en la política actual internacional encontramos otros ejemplos de políticos showman que nos dejan lindezas tales como: "Hace mucho frío en Nueva York, necesitamos el calentamiento global". En efecto, hablamos de Donald Trump, el expresidente del país más poderoso del mundo que en lo peor de la pandemia mundial de COVID-19 sugirió a su equipo estudiar una vacuna con desinfectante. "En el caso de Donald Trump son estupideces de un ignorante" añade Eiras.

En esta inclasificable categoría de líderes mundiales encontramos también al expresidente de Bolivia Evo Morales afirmando que "El pollo que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviación en su ser como hombre".

También sorprende leer afirmaciones del calado de: "Como narcotraficante me cago de hambre" pronunciada por Maradona. O "Mi mamá antes era española y después se convirtió en testigo de Jehová" de la boca de la Spice Girl Geri Halliwell; el escalofriante "Se me ponen las plumas de gallina" de Sofía Mazagatos ; o una de las mejores dudas existenciales planteada por Kourtney Kardashian "¿Las hormigas tienen pene?".

"Ese portal digital del que usted me habla"

Esto nos lleva a una categoría en sí misma, ese portal que abonó grandes hitos lingüísticos: 'Yahoo respuestas'. Donde personas anónimas tecleaban cuestiones tipo: "¿Existen manuales para tocar la pandereta?" o "¿Cómo se llama esta canción? Dice así: 'wi wer wi wer wakiu' y después como un golpe fuerte". Sin duda la ‘Queen’ de las preguntas estúpidas, permitidnos el chiste.

'Miss Elocuencia'

Pero si hay una mina de frases para la posteridad debe estar en los certámenes de belleza de las misses. De los creadores de "Confucio fue quien inventó la confusión" llegan todo tipo de ocurrencias como: "Me gustaría viajar a Roma porque es la tierra donde nació nuestro señor Jesucristo" o "Si tuviera que repoblar el planeta elegiría al papa Juan Pablo II y a María Teresa de Calcuta". "Siempre en todos los certámenes te dejan una o dos frases maravillosas que siempre vienen acorde a una pregunta que no tiene ningún sentido que le hace un ‘señoro’ del jurado" comenta el autor.

La 'sopa de perlas'

Este tratado de las estupideces es mucho más que una mera compilación. La clave es que unas y otras lindezas van hiladas con un fino sentido del humor y con chistes que nos ayudan a digerir ciertos improperios. También, a veces, Fernando Eiras saca el latiguillo por afirmaciones que nos sonrojan como la pronunciada por Pep Guardiola: "No soy racista, mis hijos van al colegio con indios, negros y personas normales", frase que cuesta incluso comentar.

"No soy racista, mis hijos van al colegio con indios, negros y personas normales"

Además desempolva del archivo grandes hits como la entrevista en la que el rey del pop, Michael Jackson, afirmó con rotundidad que "Dormir con niños es lo mejor que me ha pasado en la vida y es algo que recomiendo a todo el mundo" ante la estupefacción del periodista. "Creo que él era uno más de los niños que había ahí, pero no se daba cuenta de que no lo era", apunta Fernando Eiras.

Un completo menú, como el que narraba Rocío Jurado: "De primer plato tenemos ‘bisesuá’" con frases poco edulcoradas, como esta de Manuel Ruiz de Lopera: "Yo soy diabético, es decir, dos veces bético", que promete dejarnos un regusto agridulce.