"Estimada señora Kerrigan, mi nombre es Carlos Ruiz Zafón...". Así empezaba una historia, como decía la propia Antonia Kerrigan, "de plumas malditas". Pero también fue el comienzo de un éxito incontestable e impredecible, el de 'La sombra del viento'. Un libro traducido a 36 idiomas.

El éxito de 'La sombra del viento'

Como asegura su editor, Emili Rosales, "nadie intuía hasta dónde podía llegar aquella novela, que es la novela más leída en castellano desde 'El Quijote".

"Nadie intuía hasta dónde podía llegar 'La sombra del viento"

Carlos Ruiz Zafón escribió a la agente literaria Antonia Kerrigan con su proyecto bajo el brazo. Y los dos contactaron con Rosales: "Nos reunimos los tres para preparar el lanzamiento de la novela". Kerrigan dio con la tecla. Más de 10 millones de libros vendidos en todo el mundo.

De Juan Gómez-Jurado a Javier Sierra

Decía Antonia Kerrigan que ella, "en lugar de jugar con monedas y meterlas en una máquina, juego con libros". Una especie, según contaba, de ludopatía literaria. Como apunta uno de sus escritores más conocidos, Juan Gómez-Jurado: "Ella estaba convencida de que ese libro que tenía delante era la moneda que le iba a traer las tres fresas".

A su agencia también llegó un joven Javier Sierra con una premisa muy clara. "Le dije a Antonia: 'Quiero terminar viviendo de mi literatura'. Y Antonia me dio la mano y me dijo: 'lo conseguiremos".

"En lugar de jugar con monedas y meterlas en una máquina, juego con libros"

Y ahora que compañeros de trabajo y familiares la han despedido tras su muerte, hace unos días, son todos esos escritores a quienes ella dio voz, quienes le dan voz a ella.María Dueñas, por ejemplo, asegura "era una mujer muy práctica, muy pragmática, muy poco de dar vueltas, de no perder el tiempo. ¿Nos interesa? Bien. ¿No nos interesa? Fuera".

Ella lo sabe bien. Como Zafón o Sierra consiguió entrar en el Olimpo de Kerrigan. "Nos puso a muchos escritores españoles en el mapa internacional".

Proyección internacional

No le faltaba olfato. Era una cazadora de talento. Era, como apunta Gómez-Jurado, "nuestra madre". La matriarca de más de 150 autores. Ella sabía "con qué editorial tienes que hablar, en qué feria, a través de quién... Eso lo hacía Antonia como nadie", como recuerda María Dueñas. Incluso era capaz de hacer, como señala Javier Sierra, que "editores de todo el mundo se interesaran por la obra y convertirla en best seller mundial".

"Nos puso a muchos escritores españoles en el mapa internacional"

Coleccionó el Planeta, el Cervantes, el Nadal. "A nadie le han salido más veces las tres fresas que a Antonia Kerrigan", recuerda Juan Gómez-Jurado. Ella apostó su olfato al talento de los suyos. Y los suyos no olvidarán nunca...el sello Kerrigan.