No necesitaba hablar para provocar carcajadas, al joven Jim Carrey le bastaba con unas muecas. Unos gestos que hacía desde muy pequeño, porque Carrey creció haciendo reír. Lo hacía en casa, con su madre enferma, a la que siempre le intentaba sacar una sonrisa.

Mucho más que un cómico

A pesar de una dura infancia, con el tiempo se fue dando a conocer en su Canadá natal, y Hollywood no tardaría en fijarse en él. Su rostro elástico le iba a convertir en uno de los actores más famosos de los últimos años.

Reventó la taquilla con comedias como 'Ace Ventura' o 'La máscara', aunque algunos de sus grandes éxitos no buscan la risa fácil. Su papel en 'El show de Truman' le valió un Globo de Oro a mejor actor de drama.

El hombre de las mil caras demostró ser mucho más que un cómico. Carrey saboreó la fama y el éxito, pero cayó en una gran depresión que le ha mantenido alejado de los medios en los últimos años.

¿Realidad o ficción?

Esa montaña rusa de emociones ha quedado plasmada en su primer libro, 'Recuerdos y desinformación' (Temas de Hoy, 2020). Aquí están todas sus caras: la divertida, la creativa, pero también la más reflexiva, personal y profunda. Una obra donde mezcla autobiografía con ficción en un relato totalmente disparatado.

Carrey cuenta que su entonces pareja, Renée Zellweger, le dejó por un torero, Morante de la Puebla. ¿Realidad o ficción? Sólo él lo sabe.