Con 16 años y sin saber muy bien lo que es el amor, millones de jóvenes llegan por primera vez a su instituto dispuestos a descubrirlo. Esa escena la hemos visto en películas, leído en libros e incluso escuchado en canciones. De repente aparece él y el flechazo es inminente.

Chico conoce a chico

La nueva ficción de enredos adolescentes continúa con la tradición del flirteo, las intrigas, las dudas... pero ahora es chico conoce a chico, y eso nos dice mucho de la sociedad a la que nos dirigimos.

Con 26 años Alice Osman escribe e ilustra 'Heartstoppers', una historia de amor entre adolescente homosexuales en la que, como dice la editora de Destino Juvenil Internacional, "aunque el conflicto existe todavía, se trata de un modo muy actual. Y sobre todo existe normalización".

Esta normalización es un buen síntoma. Significa que las historias con personajes LGTBI están evolucionando, dejando atrás el enfrentamiento interno para centrarse simplemente en la aventura de lo que supone un primer amor. Así, la historia de 'Heartstopper' le va a interesar "a cualquier persona con curiosidad acerca de qué es esto de estar enamorado", como apunta Alicia Soria.

La importancia de los referentes

¿Se imaginan un idilio como el de Crepúsculo entre personas del mismo sexo? La historia desde luego, no varía mucho. Sin embargo, es un detalle que lo cambia todo para los jóvenes lectores que se encuentran en pleno proceso de identificación sexual. Por que les dice que desear a alguien del mismo sexo, no tiene nada de insólito, animándoles a vivir por fin, algo que antes ocultaban o evitaban.

Tener referentes en los que verse reflejados es algo vital para los jóvenes. Les ayuda a saber que no hay nada malo en lo que sienten y a aceptar quienes son. Y no solo para ellos, también para sus compañeros. Al fin y al cabo, el amor es el amor y todos sabemos bien lo que se siente.