El 26 de abril de 1986 se producía en Chernóbil el accidente nuclear más grave de la historia. La Unión Soviética intentó ocultarlo. Pero dos días después, Suecia dio la voz de alarma tras detectar unos altos niveles de radioactividad.

Una enorme nube tóxica se propagó por Europa. Y el día 29, cuando el mundo entero miraba a Ucrania, a diez mil kilómetros de distancia se producía un catastrófico incendio que pasó totalmente desapercibido. La Biblioteca Pública de Los Ángeles estaba ardiendo.

Siete horas ardiendo

Las ventanas escupían fuego y el humo invadía la ciudad estadounidense. Dentro, la biblioteca se convertía en un auténtico infierno La temperatura alcanzó los 1.300 grados, y las llamas tuvieron tiempo, durante siete horas, de quemar un millón de libros (400.000 se convirtieron en cenizas y 700.000 acabaron dañados). Entre ellos, un ejemplar del Quijote del año 1860.

La escritora y periodista Susan Orlean rescata esta historia en 'La biblioteca en llamas' (Temas de Hoy, 2018). Un libro en el que también se pregunta quién pudo hacer algo así.

¿Por qué se incendió la biblioteca?

Nunca se llegó a esclarecer lo ocurrido, aunque había un sospechoso: Harry Peak. Un joven que dio todo tipo de versiones sobre lo sucedido. Murió en los años 90 y nunca se reunieron suficientes pruebas contra él.

Se estima que solo para reemplazar los libros perdidos se necesitaron 14 millones de dólares.