"Chu, chu", suena el tren. Este tan especial al que el periodista Ángel Carmona nos invita a subir para emprender un viaje con un claro objetivo. "Consiste en que los papis tengan tiempo libre y para eso hay que conseguir dormir a los niños".

El truco de las ilustraciones

Algo que visualmente tiene truco. "Tuvo que ver con que, poco a poco, Iván Harón, el ilustrador, fuera oscureciendo más las ilustraciones y de esa manera los nenes van pillando la idea de que toca irse a dormir", nos cuenta Carmona.

Y es que las ilustraciones de 'Chu-chu, silba el tren'empiezan con un luminoso amanecer y nos llevan poco a poco hasta la cama. De la mano de una canción a la que se llega a partir de un código QR y a las que puso voz el artista Depedro. "Me encantó la canción y me pareció una idea fantástica... y sobre todo con un origen imposible de rechazar".

Música y caca, receta infalible

Interpretada con una banda real, la canción logra alejarse así de las sonoridades digitales típicas de los libros infantiles. "Es una forma de reivindicar que el acercamiento a la música tangible sea desde el principio", nos dice Jairo Zabala, Depedro.

Y lo hacen con un blues con el que visitar la granja, adentrarse en la selva o hacer guiños a lo que los pequeños encuentran más divertido, un león haciendo caca. Porque, nos explica Ángel Carmona, "Dijo Joaquín Reyes que un mono vestido de botones y un pedo siempre hacen gracia". "Eso es imbatible", como apunta Depedro.

Un poco de humor y mucha música para llamar al sueño antes de que anochezca.