La inspiración para componer el que fue su penúltimo disco original, Cositas Buenas (2004), le llegó en su casa de Toledo, un inmueble con elementos patrimoniales únicos, con su patio y corredores ubicado en el corazón del casco histórico de esta ciudad, Patrimonio de la Humanidad.

Paco de Lucía era un hombre tranquilo, entregado al anonimato que encontró en esa casa de la plaza de Santo Domingo el Antiguo, en cuya iglesia se enterró a El Greco a su muerte en 1614. Justo cuatro siglos más tarde nos dejaría Paco de Lucía. El tañido de las campanas del barrio conventual era la compañía perfecta para que el maestro retomase la creación de nuevos temas. Se pasaba las horas en el estudio que montó en el sótano de la casa, un laberinto de cuevas abovedadas con muros cargados de historia.

Se pasaba las horas en el estudio que montó en el sótano de su casa, un laberinto de cuevas abovedadas con muras cargados de historia

El maestro adquirió esta casa en 2001, en ella invirtió dos años de obras y reformas. Cuando Paco de Lucía decide establecerse en Playa del Carmen, en el caribe mexicano, el portón de su casa toledana jamás volvió a abrir. La luz no volvió a atravesar sus muros hasta que el empresario Rafael Carmena se fija en ella como alojamiento turístico. Y así, hoy, la que fue su casa es un hotel boutique.

Dormir en la habitación del maestro

"Seguimos lo que es la esencia de Paco de Lucía que no deja de ser otra que la excelencia", comenta el responsable del proyecto que cuenta con el beneplácito de los herederos del maestro, en concreto de su hija Lucía, propietaria del inmueble mágico en el que aún resuena la guitarra del genio.

Una experiencia única es lo que ofrece este establecimiento en el que es posible dormir en la habitación del maestro. La emoción de aquellos que buscan la pista de Paco de Lucía bulle en la recepción, en cada check-out. "Hasta el punto de emocionarnos al ver esas reacciones, hemos visto a gente que al entrar al estudio de grabación ha llorado de emoción", confiesa Rafael Carmena antes de subir el peldaño que separa el rellano de la habitación 'Maestro'.

Recuerdos de un tablao en Madrid

Su recuerdo también permanece en el Corral de la Morería, el tablao por el que han pasado los personajes más famosos de las últimas décadas, y no solo de España, sino del mundo. Artistas, políticos, deportistas... todos los que han querido experimentar lo que es el buen flamenco han ocupado una de las mesas y sillas de madera que copan este local único, como único era aquel chaval que comenzaba a tocar en tablaos madrileños en los años 60.

Su recuerdo también permanece en el Corral de la Morería, el tablao madrileño por el que han pasado los personajes más famosos de las últimas décadas

"Le veía ahí, en el corral, con 16 años ya afinando, y era tan guapo que me quedé muy impactada", recuerda Blanca del Rey, bailaora y coreógrafa del Corral de la Morería. "Cuando sube al tablao y empieza a tocar de esa manera, con esa velocidad, nos quedamos...".

Paco de Lucía fue un artista universal, con fuerza y mucha disciplina, cuya influencia recorrió todo el globo y que cuando se subía al escenario "te robaba el corazón, te llegaba a las entrañas, transmitía todo lo que bullía en su alma, en su corazón, en su mente", comenta Blanca del Rey.

Reescribir su vida, entender su obra

Cuando se cumplen 10 años de su muerte, el periodista César Suárez ha reescrito su biografía con el título El enigma Paco de Lucía. En ella, presenta el lado más humano del genio y desmonta mitos. "Era un hombre misterioso que encerraba una gran complejidad, tenía una dualidad interior, una angustia, un sentido de la perfección que le llevó casi a extremos radicales en su vida", explica el autor, no sin antes destacar que en estas páginas el lector también va a descubrir "a un Paco con gran sentido del humor y ganas de divertirse y disfrutar de la vida".

"Era un hombre misterioso que tenía un sentido de la perfección que le llevó casi a extremos radicales en su vida"

Para ello ha contado con material inédito. "He contactado con su familia y me han abierto las puertas de amigos de Paco que hasta ahora no habían hablado de su intimidad, también he visionado vídeos domésticos", señala.

Cuando se le pregunta que ha supuesto la música de Paco de Lucía, César Suárez no lo duda. "Amplió las fronteras del lenguaje que él conocía, que era el del flamenco; lo hizo hacia el jazz, hacia la música clásica, también hacia la música brasileña y la bossanova, incluso hacia la música africana".

Y así era Paco de Lucía, como el flamenco, Patrimonio de la Humanidad.