Por desgracia, a veces la mejor forma de convertirse en invisible es ser mujer. África de las Heras es la prueba.

Se convirtió en una de las espías más importantes de la Unión Soviética, estuvo involucrada en los acontecimientos más importantes del Siglo XX, "y sin embargo nadie la vio o nadie la supo ver", recalca la escritora Reyes Monforte.

África nació en una familia acomodada en Ceuta y se casó con un capitán de la Legión con quien tuvo un hijo. Pero lo abandonó todo para ponerse al servicio de Stalin.

Comenzó participando en la Revolución de Asturias para, más tarde, defender La República en la Guerra Civil. La KGB la captó al ver su dureza como interrogadora en las Checas de Barcelona.

Asesinato de Trotski

Desde el principio confiaron en ella para misiones tan importantes como el asesinato de Trotski. Cuando el revolucionario ruso se refugió en la Casa Azul de Frida Kahlo, en México, ella logró infiltrarse como su secretaria.

"Llegó a dibujar los planos de la Casa Azul de Frida Kahlo"

"Se fue haciendo con la confianza de Trotski y, sobre todo, con la información sobre la casa. Horarios, quiénes iban a visitarle, entradas, grosor de paredes y ventanas, incluso, dibujó los planos. Todo para que los futuros asesinos pudieran entrar en la casa sin dificultad", explica Monforte, que se ha documentado durante años sobre este personaje.

Maestra del disfraz

Después de eso vinieron muchos más encargos y, para ejecutar cada plan, se buscaba una nueva identidad. ¿Quién iba a sospechar de una profesora de infantil o una reconocida modista de París? Se cree que ni siquiera su marido, el escritor uruguayo Felisberto Hernández, sospechaba quién era la verdadera África. Se casó con él para poder mudarse hasta Montevideo y montar desde allí una red de espías de la KGB en Sudamérica.

"Era como una matrioshka enorme"

Monforte la describe como una auténtica maestra del disfraz, "era como una matrioshka enorme de la que no paraban de salir personalidades". Habilidad que le sirvió para codearse con grandes figuras de su tiempo como la Pasionaria, Hemingway o George Orwell.

La resistencia en Ucrania

Tampoco dudaba en arriesgar su integridad cuando la misión lo requería. Se lanzó a los bosques de Ucrania en paracaídas para interceptar mensajes del bando nazi y poder frenar así su avance. A las que realizaban estos trabajos se las conocía en la URSS como "violinistas", y precisamente así se titula el libro del que, ahora, es protagonista: 'La violinista roja'.

"África de las Heras ha contribuido a cambiar el orden mundial"

"No se trata de empatizar sino de conocer. No sé si África de las Heras ha salvado al mundo, lo dudo mucho. Ahora, que ha contribuido a cambiar el orden mundial, sí", explica la autora sobre una mujer que llegó a convertirse en la española más condecorada de la Unión Soviética.