Los más jóvenes no le conocerán. Tampoco tendrán ni idea de cuál es la sintonía del programa 'El hombre y la Tierra'. Pero Félix Rodríguez de la Fuente fue, durante años, uno más en las familias españolas. "Su serie conseguía más audiencia que los partidos de fútbol. Entonces, claro, es increíble imaginarte que uno de los programas más vistos de la televisión era un señor hablando del lirón careto", cuenta su hija, Odile Rodríguez de la Fuente.

"Uno de los programas más vistos de la televisión era un señor hablando del lirón careto"

Enseñó a millones de personas a amar a los animales y A cuidar el medioambiente. Y lo hacía advirtiendo del peligro, entre otras cosas, de los plásticos, a los que se refería como "esos famosos envases sin retorno que van a llenar España y el mundo entero". En los 70 hablaba ya hablaba de las ciudades del futuro", dice Odile. "Nos hablaba de energías renovables, de la energía solar, nos hablaba del deterioro de los ecosistemas a nivel global".

Félix fue lo que fue gracias a Marcelle, su mujer

Mensajes que hoy perduran 40 años después de su fallecimiento en un accidente de helicóptero. "Fue un shock para todo el país. La mayoría de la gente que vivía entonces me dice que se acuerda exactamente dónde estaba, lo que estaba haciendo, porque fue algo inesperado".

"La que llevaba la economía era mi madre. Mi padre no sabía lo que tenía ni dónde lo tenía"

Ahora, su hija ha plasmado su legado en 'Félix. Un hombre en la tierra' (GeoPlaneta, 2020). Una obra que, seguramente, Félix Rodríguez de la Fuente no hubiera escrito porque él solo dictaba. Quién escribía todos sus libros era su mujer, Marcelle. "Le dio la tranquilidad de decirle sal al mundo que yo me ocupo de todo en la retaguardia. Me ocupo de la casa, de las niñas, de la economía... la que llevaba la economía era mi madre al 100%. Mi padre no sabía lo que tenía ni dónde lo tenía".

Sin ella, él no hubiera podido ser el Félix Rodríguez de la Fuente que conocimos.