Elvira Sastre

Editorial: Seix Barral

Año de publicación original: 2024

Surgió como escritora profesional en un mar de versos con varios poemarios y libros ilustrados en las librerías, hasta que en 2019 publicó su primera novela Días sin ti (Seix Barral, 2019), con la que ganó el premio Biblioteca Breve. Elvira Sastre regresa ahora a la ficción con esta novela de suspense psicológico. Las vulnerabilidades es una obra basada en hechos reales, es la historia en primera persona de la autora, que se entregó sin medida a un perfil de redes sociales para ella desconocido al recibir un mensaje privado de auxilio.

La era digital y su relación con la adolescencia, los abusos sexuales y todo lo que concierne a los entornos digitales está plasmado en esta novela en la que se agradece la experiencia de la autora en el verso. Las descripciones delicadas y minuciosas, incluso bellas a pesar de las escenas opacas que describe, introducen al lector en la historia de Elvira y Sara, la joven protagonista de un vídeo de contenido sexual difundido sin su consentimiento.

Esta forma de violencia es el arranque de un texto que ahonda y denuncia situaciones que jamás tendrían que darse. Sastre va más allá. Con este pretexto da un paso más y dibuja las consecuencias de la empatía extrema cuando se practica sin medida con esos "nuevos amigos" que se hacen en redes sociales, una empatía que puede llegar a ahogar.

Envuelta en la pornovenganza

¿Hasta qué punto somos vulnerables cuando interactuamos en redes sociales? ¿Qué límites tenemos? ¿Practicamos el consentimiento? La obra también aborda estas cuestiones y plantea respuestas desde la experiencia de la escritora, que un día se vio envuelta en un caso de pornovenganza como amiga de la víctima; casos que han llevado al límite a quienes los han sufrido, incluso terminando en el suicidio.

Ante el abuso sexual, la determinación, la inseguridad, la frustración y la incomprensión se convierten en compañeros de viaje

La novela es también un viaje por las emociones que experimentan las protagonistas y sus entornos, como los amigos y la familia, al conocer la existencia de un abuso sexual. La determinación, la inseguridad, la frustración y la incomprensión se convierten en compañeros de viaje que hacen reflexionar al lector sobre estos casos, en los que no todo termina con el hecho de denunciar.

Así se desprende de las conversaciones y audios que Sara y Elvira intercambian a través del móvil, una herramienta que para la víctima es el mejor salvavidas al que aferrarse cuando te encuentras a la deriva en un mar de sentimientos convulsos.

Elvira Sastre escribe con el lenguaje de la generación millennial -es la suya- para elaborar un texto delicado que nos lleva y nos trae, a la par que invita a plantar cara a los miedos y a la soledad, incluso, al sufrimiento mental que produce el consumo y la exposición de la vida privada, al detalle, en redes sociales, donde practicar la empatía sin mesura también tiene consecuencias.