Francesc Escribano

Editorial: Destino

Año de publicación original: 2023

Levi Strauss dejó sus impresiones de la costa brasileña en mil olores diseminados por sus Trópicos tristes. Desde la selva se abrían los aromas de un país inmenso, tan prometedores como condenados a medio siglo más de inestabilidad e incertidumbre. Otro europeo, Stefan Zweig veía en Brasil toda la potencialidad de una nación por crecer, por transformarse en un país floreciente.

De las expectativas románticas de principios de siglo se descolgaron más tarde la dictadura militar de Getúlio Vargas; el golpe de 1964 que instauró una dictadura militar; y más recientemente, la llegada al poder de Bolsonaro.

A finales de los años 60, llegó a Brasil un clérigo de origen catalán llamado a convertirse en una figura clave para la región de Araguaia

A finales de los años 60, llegó a la región brasileña de Araguaia un clérigo, de origen catalán, y llamado a convertirse en una figura clave para la región. El verano de 1968, la misión del padre Casaldáliga trajo la Teología de la Liberación a São Félix do Araguaia. Dos décadas más tarde, el periodista Francesc Escribano emprendió su primer viaje al país.

La tierra y las cenizas recoge en forma de crónica aquella primera impresión durante la primavera de 1985, y otras muchas que se repitieron a lo largo de los años siguientes y que le permitieron acercarse al “sacerdote del pueblo”.

Un obispo en la selva

La ley de la violencia imperaba entre terratenientes feudales a mediados del siglo XX. Tanto campesinos como indígenas vivían ajenos a los golpes de estado y revoluciones que se extendieron durante cuatro décadas a lo largo y ancho del país. Un reinado que en las regiones más remotas se disputaba a golpe de pistola. El clérigo catalán comprendió rápidamente que si quería cambiar la vida de las personas que vivían en el estado de Mato Grosso debía convivir con ellos, vestir como ellos y orar junto a ellos.

Casaldáliga comprendió que si quería cambiar la vida de esas personas debía convivir con ellos, vestir como ellos y orar junto a ellos

Lo que Escribano vio durante su primer encuentro, fue la imagen de un hombre enjuto, ataviado como un labriego de la zona, descalzo sobre la tierra roja.

Una imagen que estaba muy lejos del líder espiritual que el periodista esperaba. Su autor anotó que Casaldáliga caminaba así para dejar parte de su piel sobre la tierra que labraban sus feligreses, roja, en parte, por la sangre derramada sobre el polvo que lo cubría todo.

En dos décadas de trabajo, su nombre se había convertido en un punto de referencia fundamental en la vida de la región de Araguaia. La Iglesia, preocupada con el estatus que el sacerdote iba obteniendo, decidió otorgarle el título de obispo para intentar favorecer sus posibilidades de supervivencia. Fuese efectiva o no la interacción divina o ministerial, Casáldaliga sobrevivió hasta los 92 años, llevando a cabo sus labores junto a la población local hasta el último día.

Brasil, país del futuro

Francesc Escribano desgrana su amor por un país que ha sido objeto de obsesión de muchos antes que él, y que recoge a lo largo del relato. Una pasión que se convierte en vocación a través de los ojos del padre Casaldáliga. Un libro que nos coloca en el corazón de un país construido a base de futuro, por mucho que este nunca termine de llegar.

Escribano desgrana su amor por un país que ha sido objeto de obsesión de muchos antes que él

Un contrapunto al poster colorista, de música ligera y playas paradisíacas que enmarca la imagen de Brasil. Una historia que deja al descubierto el vientre de un país que alberga en su seno la potencialidad para convertirse en una gran nación. Acosado por los parásitos del populismo y la extrema derecha que tratan sistemáticamente de destruirlo desde dentro.